viernes, 30 de diciembre de 2011

Las cosas van a ir bien.

No te puedes hacer la más mínima idea de lo que ocurre en mi mundo cuando estás cerca. Que iría a cualquier lugar del mundo recorriendo siempre el mismo camino tan sólo para encontrarme contigo. Que me comería todas las putadas que me has hecho si me dices que me quieres. Que, sería cualquier cosa por ti y no me importaría nada gritarle al mundo entero lo que siento. Y, ¿sabes que es lo que más me gusta? Que cuando estoy realmente jodida apareces con esa sonrisa.. y eso me gusta. Pero, tú quizá eso nunca lo sepas, y es una pena.

jueves, 29 de diciembre de 2011

¿Que fue antes el huevo o ella?

¿Sabéis lo que es tener a una persona siempre al lado tuyo? Yo sí. Y gracias a ello soy muy muy feliz. Es una persona especial, de esas que ya casi ni se encuentran. De esas que tienes que encerrar en un bote de conservas o en una habitación de tu casa para que nunca, nunca se vaya o se escape de entre tus brazos. 
¿Sabéis lo que es tener a alguien que nunca te deje caer? Yo sí. Esa persona que un "estoy bien" nunca sirva. Ella hace que no pueda mentir, que no pueda intentar engañarla para que no se preocupe por mis tonterías, aquella que siempre es positiva y que siempre ve el cielo de color azul.
¿Sabéis lo que es tener a una persona a la que poder contarle todo? Yo sí, pero con todo digo todo. Esa persona te comprende y te cuida. Ella tiene el increíble poder de que con su sonrisa centelleante pueda parar el grifo de las lágrimas. Tiene el poder de sacarme de casa cuando no tengas ganas ni de vivir, y con ello alegrarme la vida.
¿Sabéis lo que es tener a una persona perfecta? Yo sí. Y gracias a dios la tengo en mi vida. La ves y es impresionante. No solo hablamos de lo físico, que por cierto lo es. Tiene una cara angelical y en realidad lo es. Tiene unos ojos verdes honestos dónde los halla. Una risa preciosa, un pelo de terciopelo, un cuerpo que puede cortar el hipo a cualquiera con el que se cruce en su camino... Y por dentro, por dentro es mucho mejor aún si cabe. Esa dulzura y locura a partes iguales, esas ganas de vivir, esa alegría natural que corre por sus venas.
¿Sabéis lo que es tener a una persona que te alegre los días? Yo sí. Y menos mal que te cruzaste por mi camino porque sino no se que hubiera hecho esas tardes, noches mañanas, días, años, sin ti. No me lo puedo ni imaginar. 
La verdad es que yo no sé lo que es tener un hermano. La relación, el amor hacia ellos, la convivencia. Pero sé que esto no es una simple amistad de las que se olviden fácilmente. Lo nuestro está  en otra dimensión.

Te quiero Laura.

Gracias.


Mucha gente me pregunta si estas historias son reales, si me han ocurrido a mí. Y en vez de responderles con un sí o un no les hago otra pregunta. ¿Alguna vez te has sentido identificado con lo que escribo? Si la respuesta es afirmativa ahí tienes la solución a tu pregunta. Son cosas que pasan y a todos pueden ocurrirnos, sin excepción alguna. Pensamos que todos somos diferentes unos a los otros pero en cuanto a sentimientos, todos nos regimos por un mismo patrón. Da igual que sea el más duro de tu cuidad, que seas la chicas más romántica del mundo, que sea la típica persona que no le va las cosas serias, las que solo buscan rollos de una noche, los que juegan con los sentimientos... Todos presentamos los mismos deseos y esperanzas para un futuro ya sea cercano o muy lejano. Todos, en mi opinión, buscamos la felicidad, ya sea del modo que sea. Da igual de que modo la consigamos. No queremos sentirnos solos bajo ninguna circunstancia, alguna vez queremos tener a una persona que nos quiera y que haga las cosas más fáciles a su lado, querrás independizarte, y tener un buen trabajo, superarte y como anteriormente he dicho ser feliz y sentirte orgulloso de como eres y de lo que te has convertido.
Me marcho por las ramas, pero quería demostrar que todos somos parecidos y que buscamos cosas similares. Estas historias son reales, en el 90% de las veces. Aunque utilice otros nombres o lugares, dentro de esta, siempre hay un porqué y una verdad oculta entre tanta mentira. Se nota perfectamente cuando estoy feliz y cuando estoy llorando mientras escribo. Seré demasiado transparente, ya me lo han dicho un par de veces. Pero soy así. 
Escribo esto para la gente que diariamente lee mi blog. Porque un gracias se queda corto. Y que gracias a este cachito de página puedo desahogarme de otra forma diferente y ser mejor día a día. 
Muchas gracias y sobre todo nunca, nunca digáis lo que todo el mundo quiere escuchar :)

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Mi teléfono no suena, supongo que eres tú.

- Cállate, no quiero que saques ni una palabra más de tu boca. Es que vas a terminar convenciéndome. Yo que venía con las ideas tan claras.
+ No, no perdona. Yo hablare si quiero y creo que este es el momento adecuado para sacar toda la mierda que nuestra relación ha tenido. Porque una cosa ten clara yo con esto dentro de mí no me quedo.
- Vale, dime que querías decirme...
+ ¿Convencerte de que? ¿Tú que te crees? ¿Que te voy a poner un puñal en el cuello para que estés conmigo? Pues no. Solo te quería decir que dudo mucho, muchísimo, que encuentres a una tía como yo. No es por echarme flores pero no creo que nadie te trate, se preocupe, te llame, este dispuesta a quedar cuando tengas tiempo, te escuche, intente hallar una solución para tus problemas, más paciente, más detallista, más imbécil, y sobre todo que te adore como yo. Lo dudo mucho, pero ¿sabes una cosa? Si quieres perderme allá tú.
-Pero por favor no llores, se me cae el alma al suelo al verte así, Marta.
+ ¿Que no llore? No soy de piedra, y por lo menos así te das cuenta de que esto era verdad, mis sentimientos por ti eran sinceros y muy reales, quizás demasiado.
-Pero entiéndeme, yo lo tengo muy claro.
+Que te entienda. Por una puñetera vez entiéndeme tú a mí y mírame a la cara.
- Me tengo que ir. Solo quiero decirte, que no te sientas como la única que sentía porque estaba empezando a tener unos sentimientos fuertes por ti, cosa extraña por mi parte, ya me conoces. Y que no he conocido a una chica con la que haya tenido tanta confianza y con la que me haya abierto más. Siento mucho esto que nos ha pasado porque no te lo mereces.
+ ¿Sabes cual es la frase con la que quiero terminar yo?
- Dime.
+ Te quiero.

Él: mi inspiración.

Mira el mundo a través de tu corazón, no a través de tus ojos. Tu corazón ve las cosas más bellas de la tierra, pero tus ojos no. Los ojos sólo ven lo que quieren ver. Pero, tú no puedes engañar tu corazón. Los corazones son reales. Los corazones son honestos. Los corazones, son estúpidos.
Mi corazón te vio, incluso antes que mis ojos lo hicieran.


Como agua al chocolate.

"Entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad y lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías, y da igual cuantas veces te cambies de peinado o a cuantos gimnasios te apuntes o cuantos vasos de Chatone te tomes con las amigas porque sigues acostándote todas las noches repasando todos los detalles y preguntándote qué hiciste mal o qué pudiste malinterpretar, y como puñetas en ese breve instante pudiste pensar que eras tan feliz, a veces incluso logras convencerte de que él verá la luz y se presentará en tu puerta. Y después de todo eso, y aunque esa situación dure mucho tiempo, vas a un lugar nuevo y conoces a gente que te hace recuperar tu amor propio y vas recomponiendo tu alma pedazo a pedazo y toda esa época difusa, esos años de tu vida que has malgastado empiezan por fin a desvanecerse."


Mire hacia atrás y no estabas. ¿Cuándo te habías ido? ¿Cuándo te habías escapado de entre mis brazos? ¿Cuándo habíamos terminado con todo aquello? No lo sé, pero en cuento me quise dar cuenta te habías ido corriendo y yo, como una estúpida cría, estaba sentada en una ventana llorando y gritando tu nombre. Una situación vergonzosa losé, cosas del amor...
Esto debía de acabar y los dos lo sabíamos, pero yo en cambio me resistía a terminar con todo eso que tanto me costó conseguir. Era demasiado difícil, losé, se le podía llamar un amor imposible. Pero creo que el amor puede con todo, con lo bueno y con lo malo. Que si quieres a una persona puedes derribar un muro con una cuchara, puedes coger un autobús, presentarte en su casa y chillar que baje, puedes hacerla volar.
Aunque esto haya terminado, me resisto a pensar que nunca más te volveré a ver. Creo, confío, que el destino, amigo nuestro en muchas ocasiones, nos vuelva a juntar y que ahí nos demos cuenta de verdad que la vida es menos jodida estando juntos y que las cosas, aunque imposible a primera vista, tengan más luz y menos oscuridad. Lo único que espero es que esto no haya sido un adiós sino un hasta luego.

martes, 27 de diciembre de 2011

Tantas lágrimas como un cocodrilo.

¿Cómo no me había dado cuenta antes? ¿Estaba ciega o que? Mucha gente puede pensar que sí, pero os voy a explicar porqué lo estaba, estaba enamorada. 
Es muy gracioso como he caído de nuevo a la tierra y me he dado cuenta que tengo que ser feliz. Caí el sábado por la noche, Nochebuena. Una persona desconocida me abordó y me encantó. Hablamos mucho, y me hizo una pregunta: ¿Eres feliz? Y yo inmediatamente dije un no rotundo. ¿Pero porqué esta respuesta? Tengo todo para poder serlo, familia, amigos, salud... No, no tengo amor, pero ya vendrá. Por una vez en esta vida tengo que ser paciente y esperar, si tiene que aparecer lo hará, y seguro que lo hará.
Tengo que levantarme de la cama con una sonrisa, y aprovechar los días uno a uno. No estamos para derrocharlos. Sé que tengo 16 años, y que todavía me queda toda una vida por delante. Pero en nada tocará despedirse de toda una vida y comenzar otra. Y no quiero malgastar ni un momento llorando por tíos que no merezcan la pena, ni comiéndome la cabeza por tonterías. Solo me queda disfrutar de la compañía que me acompaña día a día y siempre sacarles una sonrisa. 
No hay que malgastar nuestras fuerzas y sentimientos por personas que no merezcan la pena. Si no han querido formar parte de tu vida ellos se lo han perdido porque han dejado de conocer a una chica maravillosa y orgullosa de ser tal y como es.

lunes, 26 de diciembre de 2011

I feel stupid.


Es cierto, sólo soy una chica corriente con un nombre corriente. No he hecho nada que merezca la pena recordar y sé que cuando me muera mi nombre quedará en el olvido. Me he comportado en varias situaciones como cualquiera con alma y corazón, y aunque eso no sea suficiente tengo mi conciencia bastante tranquila. Pero, ¿sabes una cosa? he amado a alguien con todo mi corazón y eso, para mí, siempre ha sido suficiente.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Las chicas grandes no lloran.

¿Y si me he dado cuenta de que nada de esto era tan fácil? ¿Y si quisiera volver hacia atrás? ¿Y si ahora me arrepiento de haber empezado con esta farsa? ¿Y si nunca te hubiera conocido? No sé las respuestas para que engañarme, pero puede que si conozca una solución. 
¿Que cómo hubiera sido mi vida sin conocerle? Pues creo que igual hubiera sido más sencilla, con menos problemas y con muchas menos lágrimas. Claro hablo desde la ignorancia y el enamoramiento así que tampoco me hagáis mucho caso. Me imaginaba otras cosas. Pensaba que todo nos iba a resultar más fácil. Podía ver las mil llamadas y mensajes en mi móvil y tu coche aparcado todo el día en mi casa. La imaginación de una chica de 16 años, es mágica. Hace de la nada un todo, de la mierda un panal lleno de miel, de un adiós un te quiero como a nadie, de un beso un castillo de hadas y de una relación... De una relación un pequeño paso para la humanidad pero un gran paso para una chica.


También hay que decir que sino le hubiera conocido me hubiera ahorrado muchos llantos y lloreras, eso está seguro, pero hizo que volviera en mí de nuevo la ilusión. Volvió la sonrisa tonta al escuchar su nombre, volver a hablar con una persona durante horas. Querer para el tiempo mil veces, plantearme demasiadas cosas y perder otras muchas. Volverme como una furia porque no me había llamado y a los dos segundos desenfadarme. También hizo que me alegrara algunas de las noches. Hizo que no pensara en otra cosas que no fueran sus labios. Sacar de una vez mi orgullo y no dejar que nadie me pisotee y menos tú. Ser muy pesada, y muy celosa.
Siempre me dices que empezamos de una forma muy rápida, casi sin conocernos. ¿Y tú realmente crees que si las cosas hubieran empezado más tarde hubieran cambiado? Yo creo que no, tú eres así y yo soy así, sin tiempos ni reglas.

jueves, 8 de diciembre de 2011

El Universo se vuelve tan pequeño.

-Prométemelo.
-¿El qué?
-Lo que estoy pensando.
-Sí te lo prometo... Amor. 


Some things don´t change.

"Daría cualquier cosa por volver a esos momentos, todo a cambio de un segundo juntos, porque cuando todo empieza a ir mal lo único que deseo es volver a tu lado y abrazarte fuerte...
Quiero volver a esos días donde sólo hacía falta una mirada para hacernos sonreír, donde el tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta y todo lo demás no importaba, sólo nosotros. Y quiero hacer de estos días junto a ti momentos que no pueda olvidar jamás...
Tienes esa magia en la mirada que me hace no poder mirar a nadie más, esa magia en los labios que me hace extrañarlos cuando no los puedo besar, esa magia en las manos que al recorrer mi cuerpo y me hacen volar... Y es que no hay nada más mágico que un segundo a tu lado, porque MAGIA eres tú."

Y te aferras, te agarras muy muy fuerte a tus excusas. Sabes que no tienen sentido pero te da igual. Da igual que te lleves a cientos de personas por tu lado, que las destroces y machaques, tienes que salirte con la tuya. ¿Sabes? alguien alguna vez me dijo que el que tiene el poder, las riendas de una relación es el que menos siente. El dominante ríe, está jubiloso de felicidad, nada le importa, todo le resbala, no tiene preocupaciones ni idas de cabeza solo es feliz sin importar el que tenga al lado. En otro lado se encuentra el sumiso, el pasivo, el enamorado. Este ríe, claro que lo hace, pero solo cuando está junto a él, tiene muchas preocupaciones, demasiadas. ¿Dónde estará? ¿Con quién? ¿Que estará haciendo? ¿Se acordará de mí? Preguntas retóricas, carecen de repuesta ya que no tienen. Son preocupaciones innecesarias pero imposibles de contenerlas. Te poseen y te hacen entrar en un bucle de locura. Los días sin esa persona se hacen eternos. Se puede llamar que hay un cierto acoso por parte del sumiso, le necesita, le necesita a su lado. Y este no se aferra a excusas estúpidas, no. Se aferra a momentos vividos, a noches felices, a noches de amor. Este, aunque parezca triste, solo y únicamente es realmente feliz con sus labios ocupados o con su hombro sujetando el peso de su brazo.

Te aseguro que este no será el chico de tu vida.

Un amor se olvida en dos días, un amor grande en dos semanas... Pero una amor enorme, un amor enorme te cambia la vida.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Las cosas son realmente fáciles.

Solo te pido unas cositas de nada: Hazme sentirme bien, haz que de mi boca salga una sonrisilla tonta todo el día, haz que muera por ti, haz que cada día tenga más ilusiones, más sueños. Haz que esta chispa nunca se muera, haz que nunca seamos una rutina, haz que nunca nos aburramos uno del otro. Haz que cada día quiera levantarme con el pie derecho, haz que nunca mire atrás, haz que este orgullosa de nosotros. Haz que me de igual todo, haz que no quiera ver otros labios, ojos, orejas que no sean las tuyas. Haz que las noches nunca acaben, haz que chille tu nombre a todo el mundo sin que me importe el que dirán. Hazme sentirme única y especial en todos los sentidos, hazme sentir como una niña de doce años con su primer amor. Haz que tengamos miles de primeras veces, haz que las montañas no sean tan altas y que el invierno no sea tan frío. Haz que las noches sin ti no sean tan largas. Hazme feliz y sobre todo haz que me vuelva a enamorar.
"Ese amor del que ya pocos quedan"

martes, 6 de diciembre de 2011

Este momento.




Ya son demasiadas llamadas sin respuesta, miles de mensajes poniendo un te quiero no correspondido. Millones de palabras expulsadas por la boca sin ningún sentido, sin ningún receptor. Claro que se las lleva el viento, no hay nadie que las coja y las meta en sus orejas. Ya son demasiadas esperas, muchas lágrimas sin importancia, muchos paseos solitarios en busca de su mano. Son demasiadas imaginaciones y planes y poco recuerdos. Pocas horas juntos, pocas sonrisas...
Son tantísimos planes rotos, tanto sufrimiento, tantas idas de pinza, tantos cambios de opinión, tantos autocombencimientos por mi parte.  Tantas tardes en casa esperando a que llamara a la puerta o a que sacara diez minutos para llamarme. Haberme rebajado tanto por un poco de cariño.
Son muchas promesas, muchas lunas en mis manos, mucho amor irreconocible. Muchas excusas, muchos viajes, muchas tontadas. Muchos sin sentidos. Muchos yo y pocos él.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Solé.

Salí corriendo de casa. Me puse corriendo mi gabardina, los guantes y mi enorme bufanda marrón chocolate. Salí a la calle, los coches estaban congelados y hacía tan solo tres grados. Tenía un largo viaje por delante. Me marchaba por un año a Chicago a trabajar en un periódico americano. El taxi estaba esperándome a la vuelta de la esquina. Saqué una por una las maletas, lo menos veinte. Y mientras el taxista las iba metiendo en el maletero miré atrás. Vi mi casa, mi pisito de soltera. Humilde pero muy acogedor, tenía un toque especial y único. Tenía mi aroma y mis gustos. Vi todas las veces que salí por esa puerta apolillada, la gente que entró y salió por esa misma puerta. Las alegrías y las penas que había tenido durante esos años en ese piso. Tantos, amigos, tantos chicos, tantas borracheras, tanto trabajo, tantas desilusiones...

Me disponía a salir. Estaba triste. Echaba en todo momento la vista atrás pensando que él volvería diciéndome: Carla no te vayas, te necesito aquí al lado mío. O verle con tropecientas maletas acercándose a mí. Él era la única razón por la que me había planteado dejar pasar la oportunidad de mi vida. Pero no apareció. No sería tan importante para él, como él lo fue para mí. En ese momento me dí cuenta. Todo mentiras, todo sonrisas falsas, todo ilusiones engañosas, todo estrellas fugaces. Y pensar que casi no me voy por él.

Me monté en el taxi. Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. Estos estaban hinchados. La tarde anterior fui a casa a despedirme de mi familia y no fue nada agradable la verdad. Les iba a echar muchísimo de menos. Son uno de los pilares de mi vida y ahora no iba a poder coger el coche e ir a verles, a pedirles consejos, a que me pongan su hombro cuando esté llorando.

El viaje comenzó. Pasamos por muchos lugares conocidos para mí, por ejemplo: el bar donde celebré que ya era oficialmente periodista, la discoteca donde conocí a Dani, la tienda dónde me compraba mi magdalena de arándanos y mi café con leche todas las mañanas, por el quiosco dónde compraba todas las semana mi tabaco y las revistas de moda. Pasamos por la tienda dónde me compre mis primeros Louboutin, tengo gustos caros lo sé. E irremediablemente para llegar al aeropuerto teníamos que pasar por el puente Solé. No era un puente cualquiera. Era nuestro lugar preferido en el mundo. Dónde pusimos unos quince candados. Y os preguntareis  ¿Para qué tanto candado? El ayuntamiento los arrancaba y los tiraba al río. Allí comíamos palomitas y dábamos de comer a las palomas. Allí me lo volví a encontrar después de un año sin volvernos a ver. El destino me parece que se llama. Desde allí veíamos las puestas de sol y nos adentrábamos juntos en la noche. Allí me dijo por primera vez que me quería, y que yo era especial, diferente a las demás. Allí estuvimos muchas horas, demasiadas quizás. Era nuestro puente, nuestro lugar, nuestro amor en forma física. Pero allí ya no quedaba nada de lo que antes había. Ahora estaba todo sombrío, con mucha niebla, casi no se veía. No había ni un alma cruzándolo. Yo creo que nos echaba de menos, que al igual que yo estaba triste y necesitaba su presencia.


Pero las cosas no duran para siempre, de ahí lo bonito. Yo me fui. Cogí el avión y me fui, hacia mi futuro, hacia mi Chicago. El pasado, pasado está. 

No hay que dejarse influenciar por lo que otros puedan pensar o decir de ti.


Te levantas, el resol te ha despertado. Miras por la ventana, todo está blanco. No te ha despertado el resol, no. Te ha despertado ese brillo especial que tiene la nieve recién caída en la carretera y en la copa de los árboles. Y como una niña sonríes, sacas una sonrisilla tonta. Sí sabes que tienes 16 años pero todavía te sigue haciendo ilusión ver la nieve. Llamas a tu hermano corriendo, quieres ver su cara de felicidad. Sigue nevando. Y aunque haga menos de dos grados sales al balcón, quieres que los copos te toquen y te demuestren que es verdad, que el invierno y el frío han vuelto.
Tus amigas te llaman. Habéis vuelto ha quedar como todos los años para jugar con la nieve. Suena infantil pero ¿Que importa? Me siento feliz. Que gusta ir corriendo por la nieve virgen, tirarme al suelo y empezar a hacer un ángel, tirarme bolas de nieve y hacer un muñeco también. Sí seremos ya unos pequeños adultos, pero dentro seguimos y nos aferramos a ser niños, y a no crecer. El mundo de los adultos está lleno de problemas, desde aquí bajo las cosas se ven más bonitas, más fáciles.



miércoles, 30 de noviembre de 2011

Ahora la pelota está en tu tejado.

Tengo ganas de decir que ya está, que todo ha acabado, que estas semanas de sufrimiento y de extres continuo se han terminado y que tardarán en volver, tengo muchísimas ganas de tirar los libros a la hoguera y que todas las fechas, paces y reyes de la historian mueran quemados, al igual que Sócrates y Aristóteles, junto con los logaritmos e inecuaciones.
Tengo ganas de estar relajada y pensar con claridad. Tengo ganas de llegar a clase con una sonrisa de oreja a oreja, tengo ganas de tener los dos recreos y congelarme detrás de unos setos. Tengo ganas de no hacer nada, de rrascarme la barriga y no sentirme culpable por ello. Tengo ganas de salir los viernes, venir los sábados a las 5 de la mañana y de estar resacosa el domingo.
Tengo ganas de todo y de nada a la vez. Mi cerebro está cansado y abortagado. Este mes ha traido muchas alegrías, risas, momentos, muchos problemas, muchas escapadas, muchos examenes, mucho nerviosismo acumulado. Este mes a sido muy largo, pero ya ha terminado. Ahora toca disfrutar. Pasar de todo y reventar el lugar donde vayamos. Beber lo que nunca hemos bebido, fumarnos hasta las hojas de los árboles y no pensar en el pasado sino en lo que nos espera en este maravillo último mes. Diciembre nos espera chicas. ¿Preparadas?

domingo, 27 de noviembre de 2011

Mi mancava il coraggio di combattere per voi.


-En la vida de una persona hay épocas, etapas. Hay una primera, sobre los 16 años, en la que sueñas, sueñas y sueñas. Sueñas con la chica perfecta, sueñas con echar por fin un polvo, sueñas con la ropa que te vas ha poner el sábado para irte de fiesta, sueñas con esa fiesta, sueñas con un mundo perfecto, sueñas con que tú eres especial, distinto a los demás, sueñas con tu futuro, sueñas con ser feliz y en esa etapa lo eres. Eran otros momentos, esos en los que estaba bien, sin ningún tipo de problema.
Y aquí viene la segunda etapa, en la que yo me encuentro anclado. Es esa en la que los problemas te ahogan, el dinero ahora tiene muchísima importancia, antes no lo apreciabas, en la que tienes que trabajar para vivir, en la que aunque quieras hacer cosas como pasar todo el día pegado a ti, no puedas hacerlas porque no tienes ni un segundo de descanso. En esa en la que ya no aguantas tonterías innecesarias, en la que todo lo cortas de raíz, en la que no das segundas oportunidades porque no estas como para que te hagan perder el poco tiempo que te queda. En esa en la que ya no puedes soñar y eso de ser feliz no es gratuito, hay que ganárselo con sudor y muchas lágrimas.
+Sé que te va ha costar esto que te voy ha decir pero bueno... Sueña pequeño, sueña. Que nada ni nadie te quite es gran privilegio. Porque te lo mereces, y no sabes cuanto. Sé que andas mal y que no es tu mejor época pero nadie te va ha quitar ese privilegio o mejor dicho, ese derecho de ser feliz. Y te aseguro que voy a hacer hasta lo imposible para ver esa sonrisa otra vez en tu boca.
¿Sabes? Quisiera parar el tiempo y quedarnos así, en el asiento trasero de tu coche. Juntos sin nada ni nadie que se interponga. Pararlo y que cuando veamos como el sol comienza a salir volvamos a este mundo de mierda que nos rodea. Pararlo aunque solo sea unas horas. Seguro que estas se me pasarían como segundos.
-No te merezco.
+Sí, claro que me mereces igual que yo te merezco a ti.
-Te quiero Marta.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Un juego de dos.


-Mírate al espejo. Mírate con ganas y estate así cinco minutos, ni se te ocurra apartar la mirada.
+No puedo. No me gusta mirarme.
-No entiendo lo insegura y lo poco que te quieresAna. ¿Tantos te hicieron daño? ¿Y tan mal te trataron? No lo entiendo.
+No es eso. Es que no me gusta mirarme, solo veo defectos y me deprimo. Sería incapaz de conseguir lo que me propones.
-Inténtalo, estoy aquí al lado tuyo.
+Vale.
-Repetimos: Mírate al espejo durante cinco minutos y no apartes la mirada. Y ahora sonríe. Saca esa sonrisa perfecta. ¿La ves? Es preciosa.  Quiero que hagas esto para que te des cuenta de que no merece la pena estar ni un segundo más así, de que eres divina en todos los sentidos. ¡Guapa más que guapa!
+Noel, ¿porqué estas conmigo? No lo entiendo, tienes a otras muchas mejores que yo esperándote con los brazos abiertos y llamándote todo el día. Me doy cuenta.
-¿Sabes cual es el único inconveniente de eso? Que yo solo te quiero a ti a mi lado. Sé que cuando me caiga me vas ha recoger y que cuando tenga algún problema tú serás la razón por la que deba estar feliz.
+Te quiero.
-Yo si que te quiero, ni te imaginas cuanto. Y cariño, sonríe como si cada día fuera una foto.

martes, 22 de noviembre de 2011

Rebien.

La vida no está hecha para contar calorías. Ponte esos vaqueros tan tuyos, un jersey y unas zapas y adelante comete el mundo.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Llegamos, vivimos y nos fuimos.

Llevamos toda la vida planificándola, o por lo menos la mía. Decidieron en dónde debía nacer y vivir, dónde debía de estudiar y con quien me debía de juntar. Me dieron unos determinados gustos y caprichos. Me dieron todo lo que quise cuando y dónde lo quisiese. Se pensaron que de esa forma me hacían feliz. Nunca salió un no de su boca. Planearon mi futuro. Una Universidad, una carrera, una cuidad, una independencia lejos de mi pueblo. Intentaron meterme ideas ideológicas en la cabeza y poco a poco lo fueron consiguiendo. Pero una cosa falló, mis dueños no lo habían previsto. Apareció otra persona pidiendo mi atención. Esta hizo que me diera cuenta que todas las personas no se rigen por el mismo patrón, como me habían enseñado. Me hizo ver que fuera de este lugar había otros sitios aún sin descubrir y que requerían de nuestra presencia. Me enseñó a confiar más en las personas y a mejorarme. Me hizo ver que las noches no eran para quedarme en casa. Hizo que me planteara mi futuro. ¿Y si ya no quería lo que tenía estipulado? ¿Y si ya me había cortado las cuerdas que me guiaban? ¿Y si solo le quería a él?

viernes, 18 de noviembre de 2011

Como cambian las cosas en cuestión de 6 horas.

6 horas, 360 minutos, 21.600 segundos, la vida cambia... Parece poco tiempo, y lo es, pero esto es así de caprichoso, y estaba claro que algo tenía que pasar, estábamos rozando la perfección, cosa sobrenatural.

Miércoles por la tarde: hoy te veía, iba a ser genial porque iba a estar a tu lado. No es que estuviéramos en el lugar más romántico del mundo, estamos hablando de un taller. Pero ¿sabes? me daba igual, estaba junto a ti, te volvía a ver, y estábamos haciendo poquito a poco un día a día juntos. Una relación de las buenas. Nos contamos nuestras vidas, nuestros corazones comenzaron a hablar y no podían parar, nuestros problemas familiares, frustraciones, alegrías, aficiones, ropa, relaciones. Volvimos jugando al taller e imaginándonos nuestro futuro juntos. Parecía ideal y quería vivirlo. Eran las diez y no nos fuimos casa, claro está. Estuvimos en un bar durante tres horas más. Me mirabas y te reías, te miraba y me enamoraba más, no quería marcharme nunca, te lo juro. Pero todo tuvo que llegar a su fin. Me fui para casa con unas de mis mejores sonrisas, con uno de los días más felices de la vida de esta chica de tan solo 16 años.

Jueves: Me desperté pletórica. Dije que ese día nadie me iba a fastidiar mi alegría y quitarme la sonrisa de mi boca. Me lo prometí a mí misma, pero todo no sale como esperamos. Una foto lo cambió todo, supuestamente él no era normal, no era lo planificado ni lo deseado por mis padres. Tras horas de peleas, de intentar convencerles que era el chico que mejor me había tratado, con el que mejor había conectado y con el que era feliz, nada cambió. En una mano tenía al chico al que sigo queriendo y en otra a toda mi familia. No sabía que hacer. Soy impulsiva y por eso me pasa lo que me pasa. Tenía la clara idea de terminar con todo esto tan precioso, porque no me merecía la pena. No os podéis imaginar lo que lloré. Quedé con él y con tan solo ver como su pierna se bajaba de ese coche azul marino que me encantaba, me derrumbe y no hubo nadie que me parara. Me abrazó. Hablamos. Lloré, el se enfadó. Se fue, me dio dos besos y se fue, como si nunca hubiera existido. Yo en cambio me caí al suelo, no quería olvidarlo, no quería hacer como si no hubiera existido. Y no sé porqué volvió. Me abrazó más fuerte que antes. Me dijo que no quería verme mal, que aunque a él las lágrimas no le salieran con la misma facilidad él también estaba muy dolido. Buscamos culpables, miramos atrás y observamos que habíamos hecho mal. Y como conclusión nos dimos cuenta de que ninguno de los dos teníamos la culpa y de que todo lo que habíamos hecho estaba bien. Cada relación es un mundo y nosotros teníamos nuestras propias normas y tiempos. Y con un "ya hablaremos" nos despedimos. En mi corazón y en mi cabeza sabía que no le iba a ver más, que no volvería a escuchar su voz, que ya nada sería como antes. Llegué a casa y me metí a la cama a llorarle mis penas a la almohada. No comí, no cené, tenía una bola en el estómago. Empecé a recordar. Me imaginé una vida sin sus llamadas, sin sus "Buenos días princesa", sin sus besos, sin sus piropos, sin sus tonterías, sin él. Me volví a derrumbar y no paré.

Viernes por la mañana: Me desperté y una gota cayó de mi ojo. Ya volvía a las andadas. Me acosté llorando y me desperté peor de lo que estaba. Tenía la esperanza de que todo lo que pasó el jueves fuera un sueño, de que de repente comenzara a sonar la alarma diciéndome que me tenía que ir al instituto, que nada hubiera pasado, solo en mi cabeza. Pero eso no pasó. Ese día no fui al instituto, no me podía permitir comenzar a llorar en medio de todas las clases, no podía contar la historia una y otra y otra vez, no podía poner una sonrisa y decir que todo estaba bien. Ya estaba todo perdido. Mis amigas no se creían que lo hubiéramos dejado. Ellas sabían todo lo que yo había luchado por ese chaval, lo pillada que estaba, la obsesión que tenía.
Entre un mar de lágrimas debajo de las sábanas escuché otra vez mi móvil. Era él. Estaba triste, tenía una vocecilla de desilusión. Lo único que quería era verme bien, feliz. Fui sincera. Le dije que con lo único que podría estar feliz sería con él. Olvidar todo y comenzar de nuevo. Me costó lo mío explicarle las cosas, los hechos y abrirle mis sentimientos. Dijimos que volveríamos a empezar. Las lágrimas se cortaron como si hubiéramos cerrado el grifo de agua fría. Estaba un poco recelosa, sabía que no lo iba a olvidar tan fácilmente. Pero le esperaría. Minutos después sonó el timbre de los mensajes. Era él y me ponía "Que todo va ha salir bien porque eres lo mejor que se puede tener" A partir de ese momento volví a confiar, volví a ilusionarme, volví a sonreír, volvía a estar con él.

Lo único que te pido Omar, borra este jueves de tu cabeza, yo lo he hecho. Vamos ha hacer que la frase de borrón y cuenta nueva tenga un significado y unos resultados. Y esto no va ha ser un problema sino una solución, una luz para cuando estemos tristes.
Solos tú y yo.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Yo tambien tengo mucho miedo a que me haga daño, todavia no llego a confiar en él. Sé que me terminara haciendo mucho daño, pero el tiempo que paso con él es el mejor de toda la noche o de toda la semana, con eso me sobra.
Me hace volar sin necesidad de fumarme ningún porro. Gran poder.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Un día 13 como hoy...

Dibujar su inicial por todos lados. Sonreír cuando te habla como si fuera lo más gracioso del mundo y decirle con esa vocecita que es tonto. Obsesionarte con las llamadas perdidas, su voz y sus mensajes interminables. Convertirte en la persona más feliz cuando te habla, cuando te mira y sentir ese cosquilleo cada vez que te roza al pasar. Creer que su olor ha de formar parte de cualquier molécula de oxigeno que inspires, que sus pupilas y sus iris van a acabar de trastornarte, porque esos ojos marrones son encantadores. Tararear esa canción porque así te acuerdas de él en todo momento.
Soy feliz, y gran parte es por ti.

-Que nunca acabe este sueño, que no deje de tenerte cada día, que me des siempre el beso que necesito para sonreír, que me abraces fuerte y me hagas olvidar el resto de las cosas, que tenga tu fuerza cada día para conseguir todo a tu lado...
Y si realmente esto es un sueño, no me despiertes nunca y quédate siempre soñando conmigo.


Y te aseguro que si volviera a nacer, te volvería a buscar.

La influencia de un espíritu romántico.


Os voy a contar una de mis historias: 
Una noche como otra cualquiera estaba pasándomelo en grande con mis amigas, mi vida. Pensaba en él, porque voy a engañarme, pensaba en él como todos los días desde que le conocí. Este imbécil me dejó marcada por mucho tiempo.
Mientras íbamos andando por esta cuidad llena de gente borracha, pletóricas de alegrías, de gente besándose, de gente feliz, sin problemas aparentes, me lo volví a encontrar. Cosas del destino.
Ya sé que no es que viva en una cuidad muy grande, pero hablando de miles de personas era un poco difícil que nos encontráramos en el mismo sitio, en el mismo atajo para entrar a esa carpa. Esa noche no es que estuviera espléndida, ni mucho menos. Llovía, hacía frío y te echaba de menos, una mala combinación.
Volvió a ser un flechazo, me quedé embobada mirándote, sin saber como reaccionar, sin saber que era lo que debía de hacer y decir. Caí de las nubes y me dí cuenta de que tú ya me habías visto y tu sonrisa estaba entablando una conversación muda con la mía desde la distancia.
Mis pies se empezaron a mover y también mis neuronas. Necesitaba sacar un tema para retenerte aunque solo fueran unos minutos junto a mí. Aunque todavía estuviéramos de camino uno del otro ya me habías alegrado la noche. ¿Era fácil hacerme feliz verdad? Sí, lo era...
Tuvimos un frío saludo, yo en mi mente me comías a besos. Llevábamos mucho tiempo sin vernos y me dí cuenta de que tú cara se me estaba olvidando, además de lo bueno que estabas. 
Y sin quererlo te giraste, no sé si fue por recochineo pero una chica bajita y rubia te cogía la mano y no te soltaba. Te estaba reclamando. Mientras todo esto sucedía no paró ni un instante de mirarme, diciéndome con la mirada: " No te acerques zorra, este es mío" y unas sonrisillas falsas salieron de su boca de piñón.
Me fui, me fui corriendo. Lo más que podía, los tacones no me ayudaron mucho. Tenía miedo de que al estar unos segundos más contigo vieras como mis ojos comenzaban a inundarse y el dolor, mostrado en mi rostro, cuando mi corazón se empezara a desmoronar.
La cara es el espejo del alma así que yo llevo siete años de mala suerte encima de mi espalda.

martes, 8 de noviembre de 2011

Hágame el amor.

La Real Academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios, para llegar a ser, o suceder. Y define improbable como algo inverosímil, que no se funde en una razón prudente. Puestos a escoger, a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza.

Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió. Un afroamericáno habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió. Que los Barón Rojo volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió. Nadal desbancando del número uno a Féderer, una periodista convertida en princesa, que consiguiéramos ser campeones del mundo contra Holanda... El amor, las relaciones, los sentimientos no se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de amores  imposibles sino de amores improbables. Porque lo improbable es por definición: probable. Lo que es casi seguro que no pase es que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Natura

Si la quieres, demuéstralo. Si la amas, no la traiciones. Si no sientes nada por ella, no la ilusiones.

Just haven´t met you yet.

¿Creeis en el destino? ¿Pensaís que vuestra vida está ya planeada y solo tenéis que seguir los pasos que os han marcado? Yo creo en el destino pero no en su totalidad. Creo que las cosas pasan por algo, que si tu novio te deja será porque no merecía la pena, que si suspendes un examen será porque te tienes que poner las pilas y apretar, que si te encuentras con una persona a la cual hacía mucho que no veías será porque tienes que darle mas importancia en tú vida, seguro que algún día será imprescindible para tú día a día.


Por no elegir la calle de la derecha dejaste por el camino a muchas personas a las que conocer, muchas risas, muchas historias en las que tú hubieras sido la protagonista, pero elegiste la de la izquierda. Unas cosas tan insignificantes como estas hacen que tú vida cambie por completo. Cosas como cruzar el semaforo en naranja, tomar un atajo, preferir estar con tu chico a estudiar un examen de inglés o no irte de ese bar en el que, sin darte cuenta, te giraste y lo volviste a ver, tras mucho mucho tiempo. Extrañas coincidencias ¿verdad? ¿Cosas del destino? yo confío en que sí, confío en que esté predestinada a él y de que este término tan sobrenatural exista y que, por unos momentos, se acuerde de mí.
Créeme, en tu corazón brilla la estrella de tu destino.




Porque las mejores cosas aparecen cuando menos te las esperas.


viernes, 4 de noviembre de 2011

Let me go.


¿Quieres que te diga lo que realmente pienso? Pienso que se acabo, pienso que esto no da para más y pienso que todo esto es culpa de los dos, por nuestro puto orgullo y nuestro carácter, cosa que aveces deberíamos de tragarnos, en fin, somos así y supongo que eso no se puede cambiar. Todo el mundo dice que nos demos otra oportunidad pero ya estoy cansada, ya estoy cansada de las segundas, terceras y enésimas oportunidades. Y sé que han sido los cuatros meses más bonitos de mi vida y no los voy a olvidar pero también se que todo lo bonito se acaba, que nada es para siempre y que después de la calma vuelve la tormenta.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Disfrútalo, porque eres el primero.

- ¿Porqué te gusto tanto, Marta?
+¿Quieres que te diga todo? Igual te aburres, intenta no dormirte.
-Tranquila podré resistirme.
+Empiezo, me da mucha vergüenza pero bueno, pues mira me gustan tus dos ojos marrones casi verdes, y esa sonrisa, tu perfecta boca con esos labios tan carnosos, me gusta mucho tu cuerpo, estas muy bien. Me gusta lo alto que eres y que contigo me puedo poner tacones sin sentirme más alta que la persona que me coge la mano. Me gusta el estilo que tienes y lo bien que te queda la ropa. Y ahora viene lo más importante. Me encanta el sonido que haces cuando te ries, cuando te pasas diez minutos mirándome a los ojos sin decirme nada, cuando me haces reir como nunca antes lo había echo, cuando me abrazas para que no me suelte nunca, cuando te tengo que corregir las palabras que pronuncias mal, cuando llegas una hora tarde aunque la espera merece la pena. Me encanta tu forma de ser y como me haces sentir cuando estoy junto a tí, cuando por la noche tardas un cuarto de hora en despedirte de mí, cuando me dices cariño, cuando veo que te preocupas por mí. Eres muy bueno conmigo y no vas a lo que los otros iban como ciegos, me gusta que pienses en lo que yo quiero y en lo que a mí me gusta, también me encanta que te acuerdes de todo lo que has hecho cuando estábamos juntos, los momentos, las personas, los lugares, las calurosas noches. Ya está ¿Contento?
-¿Me lo estás diciendo de verdad?
+Sí.
Entonces el me beso como nadie, como si no hubiera un mañana, como si ese cuartito con unos sofás fuera nuestro mundo.  Yo estuve contándole lo que me podía llegar a gustar por lo menos un cuarto de hora y él en un beso me demostró con creces que lo que él sentía era mayor, mucho mayor a lo que mis palabras expresaban.
¿Porqué querrá que me enamore de él? Pues como siga por este camino lo va ha conseguir y muy pronto además.

martes, 1 de noviembre de 2011

#22


Justo como tú eres, no quiero a ningún otro a mi lado. Porque contigo es más fácil. Y os preguntareis porque me gusta tantísimo. Puede ser porque nada más verle mis piernas parecen un terremoto, mi corazón comienza a bailar y a bombear sangre como nunca, mis ojos se iluminan y se vuelven cristalinos. Quizás porque cuando estoy junto a él las cosas no me importan y solo quiero que vuelva a meter su lengua en mi boca. Puede que sea porque con él nunca te aburres, quizás sea porque esa sonrisa me da la vida y sus tonterías me hacen soñar en un mañana juntos. Quizás sea por lo difícil que me hace tenerlo, como si él fuera el premio al que pocas han conseguido llegar. Puede que sea por las cosas que me susurra cuando estamos a pocos centímetros, o por la confianza que hemos llegado a tener en tan solo unos días. Quizás sea por ese imán que me atrae tantísimo a estar pegada a él, puede que también sea por esa forma de decirme buenas noches y que sueñes conmigo, mi ángel.


Puede que sea por esto y por muchísimas más cosas. Pero lo que tengo claro es que esto no es amor, no, es una obsesión.

domingo, 30 de octubre de 2011

Cuando las palabras se quedan en silencio y el corazón comienza ha hablar.

Enamórate del que te quiera enseñar el mundo cuando estés desarreglada y no le importe si engordaste o adelgazaste. Del que te da la mano delante de sus amigos, el que te diga todo lo que le importas y que cuando te presente a sus amigos diga: Es ella.

sábado, 29 de octubre de 2011

Girls fall in love.

A ti ya no te queda nada. No te quedan mis besos, mis momentos, mi sonrisa, mi orgullo, mis ganas de vivir junto a ti. Ya no te queda mi luz para encerder tus días. 
A ti te estoy hablando a a ti, aunque igual estoy perdiendo el tiempo. A ti que te faltó el valor para pelear por mí, a ti ya no te queda nada. Nada.
A ti que por despecho estas luchando con los pies, a ti que te gusta huir de martir repartiendo culpas que son solo tuyas.
Nada.

martes, 25 de octubre de 2011

El que me ame cada mañana.


Cuando consigo salir de algo, directamente me meto en otro. Lo único que pasa es que tengo miedo, joder, miedo a volverme a enamorar. Porque nunca se me ha dado bien ésto, y tengo miedo de volver a sufrir. Me aferro, y llega un punto en el que cualquier cosa me afecta. También me rayo, porque me importa y no quiero que nada se tuerza y acabe saliendo mal. Y simplemente es por eso que cuando me doy cuenta de que tal vez las cosas estén hechas para ser de una manera diferente, cierro los ojos y pienso en lo que ahora tenemos, y por poco que sea, no lo quiero perder por culpa del puto destino.


domingo, 23 de octubre de 2011

Siempre en estado de espera.

"Que ganas de verte y comerte la vida. Soñando en tus bragas, perdiendo la vida."


Deja que las cosas sucedan, no las fuerces. Esperar es de sabios, asi qué paciencia, algún día todo lo que has peleado por el amor llamará a tu puerta y porfin podrás decir que ha llegado y que es solo para ti. Justo como te lo habías imaginado.
Deja que las cosas surjan, deja que las cosas caigan por su propio peso, deja de ilusionarte tonta, deja de confiar tantísimo, deja por un momento de ser tú Marta. Eso te hace daño.

■ Para los momentos tristes, no te los mereces. 

sábado, 22 de octubre de 2011

We need to found love.

Abrí los ojos, eran las nueve y media, demasiado pronto yo no me solía despertar a esas horas y menos un sábado nosé si era porque mi mente no dejaba de pensar en ti. ¿Lo había hecho bien, había actuado de una forma correcta?
Me desperté y me dí cuenta de que ya no te tenía, que lo nuestro se había terminado, pero esta vez sí que era definitivo. Ya no habría más va y vienes. Mi cuerpo no los aguantaba más, me estaba mareando tantas vueltas que dimos. 

Asi comenzó nuestra historia: Estaba como tantos sábados con mis amigos y un chico, que apareció de la nada, se nos aproximó. No lo conocía pero me atría, me gustaba mucho, me ponía demasiado. Hacía mucho que no me pasaba eso. Pasaron los días y cada vez lo veía más. Se unió a la cuadrilla y empezamos ha hablar, el era muy muy tímido y le costó abrirse conmigo, pero al final lo conseguí. Aunque solo abriera la boca para decir chorradas, que manía con hacerse el gracioso, pero bueno él era así y así le empecé a querer.

Al principio todo fue una atracción carnal, solo nos gustábamos y nos lo pasábamos bien. Comenzamos a salir y las cosas al principio iban bien pero como en todo, las cosas empezaron a irse cuesta abajo y sin frenos. Comenzaron los celos, las desconfiandas y poco a poco se nos quitaron las ganas del uno al otro. Lo dejamos, esta fue la primera vez.
Nuestra relaión era como la de dos ninños, nos insúltabamos, nos pegábamos, discutíamos y a los dos segundos estaba otra vez encima de él queriéndolo a más no poder, era muy raro, erámos muy raros.


La segunda vez no tardó demasiado en llegar. Nuestros cuerpos se atrían y erámos muy iguales en cuanto a tonterías. Me reía mucho con él y me lo pasaba pipa, por unos momentos los problemas se me olvidaban y solo me concetraba en él. 
Le comencé a querer porque me lo ponía difícil, porque no era mío. Siempre cuando uno quería el otro ponía impedimentos. No jodíamos ni dejábamos joder, que se le va ha hacer queríamos parecernos al perro del hortelano. 
Y así vinieron una tercera, una cuarta, y por último una quinta. Muchos problemas se metieron entre él y yo, muchas personas, muchos sentimientos chocados, saltaban chispas.

Hasta que un viernes por la noche decidí terminar con esta locura. Necesitaba una estabilidad y como mejor estaba era sin él, me llegué a dar cuenta. Él se oponía pero tampoco me demostró lo que me tenía que demostras para decirle "Que coño ¡Agámoslo! Quién no arriesga no gana" Pero como eso no sucedió, mi decisión fue tomada con las ideas claras.
Y entonces con lágrimas en los ojos me fui a dormir, porque aunque yo fuera quien decidiera terminar con este tiovivo te quería y te sigo queríendo pero te faltan huevos para demostrármelo. Seguro que encuentro a uno mucho mejor que tú, porque al final, tú precioso principe te convertiste en rana, ¡Jodete!.

Y de repente un rayo de sol golpeó mi cara llena de rimel. Eran las nueve y media de un sábado y porfín me había despertado sin tí.