viernes, 25 de noviembre de 2011

Un juego de dos.


-Mírate al espejo. Mírate con ganas y estate así cinco minutos, ni se te ocurra apartar la mirada.
+No puedo. No me gusta mirarme.
-No entiendo lo insegura y lo poco que te quieresAna. ¿Tantos te hicieron daño? ¿Y tan mal te trataron? No lo entiendo.
+No es eso. Es que no me gusta mirarme, solo veo defectos y me deprimo. Sería incapaz de conseguir lo que me propones.
-Inténtalo, estoy aquí al lado tuyo.
+Vale.
-Repetimos: Mírate al espejo durante cinco minutos y no apartes la mirada. Y ahora sonríe. Saca esa sonrisa perfecta. ¿La ves? Es preciosa.  Quiero que hagas esto para que te des cuenta de que no merece la pena estar ni un segundo más así, de que eres divina en todos los sentidos. ¡Guapa más que guapa!
+Noel, ¿porqué estas conmigo? No lo entiendo, tienes a otras muchas mejores que yo esperándote con los brazos abiertos y llamándote todo el día. Me doy cuenta.
-¿Sabes cual es el único inconveniente de eso? Que yo solo te quiero a ti a mi lado. Sé que cuando me caiga me vas ha recoger y que cuando tenga algún problema tú serás la razón por la que deba estar feliz.
+Te quiero.
-Yo si que te quiero, ni te imaginas cuanto. Y cariño, sonríe como si cada día fuera una foto.

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