domingo, 30 de octubre de 2011

Cuando las palabras se quedan en silencio y el corazón comienza ha hablar.

Enamórate del que te quiera enseñar el mundo cuando estés desarreglada y no le importe si engordaste o adelgazaste. Del que te da la mano delante de sus amigos, el que te diga todo lo que le importas y que cuando te presente a sus amigos diga: Es ella.

sábado, 29 de octubre de 2011

Girls fall in love.

A ti ya no te queda nada. No te quedan mis besos, mis momentos, mi sonrisa, mi orgullo, mis ganas de vivir junto a ti. Ya no te queda mi luz para encerder tus días. 
A ti te estoy hablando a a ti, aunque igual estoy perdiendo el tiempo. A ti que te faltó el valor para pelear por mí, a ti ya no te queda nada. Nada.
A ti que por despecho estas luchando con los pies, a ti que te gusta huir de martir repartiendo culpas que son solo tuyas.
Nada.

martes, 25 de octubre de 2011

El que me ame cada mañana.


Cuando consigo salir de algo, directamente me meto en otro. Lo único que pasa es que tengo miedo, joder, miedo a volverme a enamorar. Porque nunca se me ha dado bien ésto, y tengo miedo de volver a sufrir. Me aferro, y llega un punto en el que cualquier cosa me afecta. También me rayo, porque me importa y no quiero que nada se tuerza y acabe saliendo mal. Y simplemente es por eso que cuando me doy cuenta de que tal vez las cosas estén hechas para ser de una manera diferente, cierro los ojos y pienso en lo que ahora tenemos, y por poco que sea, no lo quiero perder por culpa del puto destino.


domingo, 23 de octubre de 2011

Siempre en estado de espera.

"Que ganas de verte y comerte la vida. Soñando en tus bragas, perdiendo la vida."


Deja que las cosas sucedan, no las fuerces. Esperar es de sabios, asi qué paciencia, algún día todo lo que has peleado por el amor llamará a tu puerta y porfin podrás decir que ha llegado y que es solo para ti. Justo como te lo habías imaginado.
Deja que las cosas surjan, deja que las cosas caigan por su propio peso, deja de ilusionarte tonta, deja de confiar tantísimo, deja por un momento de ser tú Marta. Eso te hace daño.

■ Para los momentos tristes, no te los mereces. 

sábado, 22 de octubre de 2011

We need to found love.

Abrí los ojos, eran las nueve y media, demasiado pronto yo no me solía despertar a esas horas y menos un sábado nosé si era porque mi mente no dejaba de pensar en ti. ¿Lo había hecho bien, había actuado de una forma correcta?
Me desperté y me dí cuenta de que ya no te tenía, que lo nuestro se había terminado, pero esta vez sí que era definitivo. Ya no habría más va y vienes. Mi cuerpo no los aguantaba más, me estaba mareando tantas vueltas que dimos. 

Asi comenzó nuestra historia: Estaba como tantos sábados con mis amigos y un chico, que apareció de la nada, se nos aproximó. No lo conocía pero me atría, me gustaba mucho, me ponía demasiado. Hacía mucho que no me pasaba eso. Pasaron los días y cada vez lo veía más. Se unió a la cuadrilla y empezamos ha hablar, el era muy muy tímido y le costó abrirse conmigo, pero al final lo conseguí. Aunque solo abriera la boca para decir chorradas, que manía con hacerse el gracioso, pero bueno él era así y así le empecé a querer.

Al principio todo fue una atracción carnal, solo nos gustábamos y nos lo pasábamos bien. Comenzamos a salir y las cosas al principio iban bien pero como en todo, las cosas empezaron a irse cuesta abajo y sin frenos. Comenzaron los celos, las desconfiandas y poco a poco se nos quitaron las ganas del uno al otro. Lo dejamos, esta fue la primera vez.
Nuestra relaión era como la de dos ninños, nos insúltabamos, nos pegábamos, discutíamos y a los dos segundos estaba otra vez encima de él queriéndolo a más no poder, era muy raro, erámos muy raros.


La segunda vez no tardó demasiado en llegar. Nuestros cuerpos se atrían y erámos muy iguales en cuanto a tonterías. Me reía mucho con él y me lo pasaba pipa, por unos momentos los problemas se me olvidaban y solo me concetraba en él. 
Le comencé a querer porque me lo ponía difícil, porque no era mío. Siempre cuando uno quería el otro ponía impedimentos. No jodíamos ni dejábamos joder, que se le va ha hacer queríamos parecernos al perro del hortelano. 
Y así vinieron una tercera, una cuarta, y por último una quinta. Muchos problemas se metieron entre él y yo, muchas personas, muchos sentimientos chocados, saltaban chispas.

Hasta que un viernes por la noche decidí terminar con esta locura. Necesitaba una estabilidad y como mejor estaba era sin él, me llegué a dar cuenta. Él se oponía pero tampoco me demostró lo que me tenía que demostras para decirle "Que coño ¡Agámoslo! Quién no arriesga no gana" Pero como eso no sucedió, mi decisión fue tomada con las ideas claras.
Y entonces con lágrimas en los ojos me fui a dormir, porque aunque yo fuera quien decidiera terminar con este tiovivo te quería y te sigo queríendo pero te faltan huevos para demostrármelo. Seguro que encuentro a uno mucho mejor que tú, porque al final, tú precioso principe te convertiste en rana, ¡Jodete!.

Y de repente un rayo de sol golpeó mi cara llena de rimel. Eran las nueve y media de un sábado y porfín me había despertado sin tí.


martes, 18 de octubre de 2011

Detrás de la tormenta siempre se escapa un rayo de luz.

Un día entendí que las cosas no podían seguir así, que debían de cambiar a mejor.

Cuando te quieres dar cuenta la vida está comenzando a esfumarse, y no te das cuenta de que los días pasan como gotas en una tormenta y que ha esta vida tan perra tienes que sacarle todo su jugo. Cada uno vive su vida como quiere y con quién quiere, pero por dar un consejo no me va ha pasar nada o eso creo:

Disfruta de cada momento, saca tu mejor sonrisa cuando sea preciso y con la compañía adecuada. Trata bien a la gente que te quiere porque esa es tu vid. Ilusiónate con un chico, no te digo que no lo hagas, pero con cuidado, estate segura de que es correspondido porque sino estarás perdiendo el tiempo y en esta vida no nos podemos dar estos caprichos. Enamórate de la noche a la mañana y haz planes de futuro con el chico que llevas poco tiempo, porque ¿Quién te dice que no pueda ser el hombre de tú vida? Pasa de las habladurías de la gente que no merece la pena, es lo que hace el aburrimiento. Vuélvete loca y recupérate. Disfruta de esa preciosa juventud que tú posees. Porque sin lugar a dudas este es tú momento, época en la que vas ha estar plena y perfecta. En la que te van ha hacer daño, nadie te dijo que eso de vivir iría a ser fácil y todas las cosas necesitan su esfuerzo y su seguimiento.
 
Te van ha romper el corazón infinidad de veces y solo tú recogerás los pedazos que están el suelo para volverlo a pegar con Loctite. Pero hay que arriesgar. Ya sabes el refrán.

Con todo esto quería y quiero decir que hace un tiempo empecé a comprender que la vida son solo dos días y que de todo se puede sacar algo bueno y maravilloso y que cuando alguien cierra una puerta, un ventanal lleno de oportunidades se abre para ti. Cógelas todas y no desaproveches ninguna. Porque te las mereces todas, solo para ti. Porque tú eres especial, no lo olvides nunca.

No puedo despegarte de mí.


Es irremediable. Queremos hacerlo todo tan perfecto que es imposible que algo no se tuerza y acabe mal. Pero, no por eso significa que no queramos a esa persona, significa que nos importa tanto que haríamos lo que fuese por solucionarlo. Cuando no sabes lo que decir, cuándo cada palabra que dice te hace daño.. piensas en todo momento lo que podrías haber hecho mal e intentas buscar una solución aunque no tengas ni puta idea de lo que pasa. Ésto es así, le quieres demasiado y aunque a veces sueltes algún que otro " te odio", sabes perfectamente que es lo mejor de tu vida.

viernes, 14 de octubre de 2011

Hakuna Matata.

Y ahora estoy segura, sí. Puedo ir a la cima de una montaña y decir que te he olvidado, puedo decir tu nombre y tus apellidos y que no me salgan unas lágrimas por ello, puedo alegrarme porque ya no estas en mi vida. Puedo chillarle a todo el mundo que ya no te quiero y que ya no quiero que vuelvas con el rabo entre las piernas pidiéndome perdón, nunca más. 
Porque desde aquí arriba las cosas se ven con más claridad, con otro punto de vista, con un aire diferente. 


Casi tocando el cielo, ese en el que tú no apareces y por eso me gusta tanto.

jueves, 13 de octubre de 2011

Todo iba perfecto hasta que me volviste a sonreir.


Ahora he comprendido que aunque las heridas sanen, las cicatrices se quedan, permanecen ahi, intocables, trayendo todos los recuerdos una vez mas, haciendo que duelan. Me gustaria conocer a aquel que dijo "El tiempo todo lo arregla"

martes, 11 de octubre de 2011

No hay una segunda sin una tercera.

Era domingo por la noche. Yo estaba en mi eterna discusión con las matemáticas, pero mi cabeza estaba en otro lado, estaba contigo. Estaba en esos momentos, en esas risas, en esos paseos nocturnos, en ese que eras tú. 
Me levanté de la silla, estaba cansada de tanto darle al coco y fui a por mi movil. Tenía dos mensajes nuevos y tres llamadas perdidas. El corazón, por unos instantes, se me alegró. Abri el primero, comencé a leer y una gota cayó por mi ojo, todavía maquillado. En este mensaje ponía que todavía no la habías olvidado, que todavía la querias y que no querías darte por vencido. 
Me sentí como una tonta, me sentí engañada, me llevé una gran desilusión pero sobre todo me decepcionaste. Pensaba que no eras como los demás, que eras diferente a todos los otros que se han cruzado por mi camino. Podía imaginarme un futuro un poco cercano junto a ti, pero no pudo ser. Y ahora me hago unas preguntas, espero que algún día me las puedas contestar: ¿Se puede tener a dos personas en la cabeza? ¿Puedes ilusionar a otra persona cuando no es a ella a la que llevas en el corazón? ¿Es verdad que un clavo saca otro clavo? ¿Cuando me besabas te acordabas de la otra? Esperaré unas respuestas, te lo aseguro. No me quiero quedar con la duda, es una cosa que no aguanto.
Una cosa no quita a la otra, todo hay que decirlo, me has encantado, tanto por fuera como por dentro. Aunque no hayamos tenido un final como el que esperábamos me lo he pasado genial y poquito a poco me empezaste a hacer tilín y a olvidar a otras personas, que merecían mucho menos la pena que tú.
Gracias por lo bien que me lo has echo pasar y por hacerme las noches un poco menos largas R.
Un placer haberte conocido, M.

viernes, 7 de octubre de 2011

Me encuentro tan bien, que no te lo creerías.

Era un viernes, un viernes eterno, un viernes más largo de lo normal. Las clases se hicieron kilométricas y aburrídisimas. Sería por las ganas que teníamos de lo que en unas horas iba a ocurrir.
Sonó el timbre y automáticamente la cara se nos iluminó y nos salio una sonrisa de oreja a oreja. Acababa de empezar oficialmente el fin de semana tan deseado para todos. Pero seguro que nuestro viernes no fue como el de ninguno de los chicos de nuestro instituto. Habíamos quedado en ir a comer en casa de Melisa, una vegetariana monísima y genial.
Nos dirijimos hacia su casa. Y como si unas compañeras de piso se tratara nos pusimos a hacer la comida y contarnos nuestras vidas un poco más a fondo. Nos enteramos de cosas impensables, de secretos ocultos, de situaciones con los novios, recuerdos de las fiestas de nuestras vidas, hicimos un escáner a todos los chicos que se cruzaron por nuestro camino, gustos, pesadillas, anécdotas... Todo esto con el fondo musical de Pasión de Gavilanes, no preguntéis, son cosas de Judith.
Es curioso como una persona puede llegar a ser tan feliz con un pollo, tres pizzas, judia verde, y ellas, mi vida entera.

Laura, Paula, Judith, Melisa y Marta.





jueves, 6 de octubre de 2011

La droga le hizo más "fuerte".

Era yo, una chica de tan solo 17 años, con mis inseguridades y mis problemas como toda adolescente. Como todos, tenía muchas dudas y quería conocer la respuesta de esas cosas tan misteriosas y algunas de ellas, prohibidas. Nunca me imaginé que iba a caer en ese hoyo tan profundo del que poca gente puede salir y muchos de ellos se quedan en el camino. Os cuento mi trágica y dura historia:
Yo era una chica responsable, un poco tímida, no gustaba a los chicos ni nada de eso, estudiosa, quizás demasiado, no bebía, ni fumaba. Tenía mis amigas de toda la vida y no me gustaba nada llamar la atención. No estaba feliz, pensaba que mi vida era una mierda, que mejor no estuviera en esta ella, total nadie me hubiera echado de menos. Mi autoestima estaba por los suelos y mi alegría y mi juventud le acompañaban en fila india.
Un sábado como otro quedamos en el parque enfrente del instituto, mis amigas bebían y fumaban como cosacas. Y a mí me entraban ganas de probarlo y saber como era, aunque me sentara mal. Pero quería integrarme y no sabía como hacerlo.
Primero tome un trago de un cubata medio negro medio verde, prefería no saber que contenía ese grandísimo vaso. La verdad es que eso no me hizo mucho efecto y no entendía porque hacían eso ¿Porque en realidad les gustaba? ¿Porque se sentían mejor, en un estado placentero? O ¿Porque querían integraserse y no ser las raras como yo?, No lo sé pero yo seguí bebiendo. Comenzaba a integrarme, no sé si fue porque empezaba a caerles bien o porque el alcohol en sangre de mis amigos acaba de pasar el cupo.
Más tarde aparecieron los chicos, esas personas que tanto me habían echo sufrir durante esos años pero que si alguno de ellos se fijará en mí me daría la alegría de mi vida. Uno de ellos se acercó. Era Javi. Un chico un poco problemático, machito y con una muy mala influencia. Mis amigas andaban loquitas por él. Pero se acercó a mí y realmente no sabía por qué. Javi tenía fama de meter a las chicas buenas en los malos caminos y hacer que sus vidas cayeran al suelo. Y más o menos eso hizo con la mía.
Esa noche terminó y tras beberme lo que nunca habría pensado y haber rechazado al menos unos 50 € de marihuana me fui a casa, pero no sola, agarrada a Javi.
Seguimos quedando cada vez más y más días. Me gustaba mucho, mejor dicho me ponía mucho, muchísimo. Como me agarraba, me besaba, me mordía, me quitaba la ropa y me hacía el amor de una forma brutal y salvaje. Hice muchas locuras durante ese tiempo y poco a poco lo empecé a querer. Era su chica, cosa que nunca antes había experimentado. La gente me respetaba y me conocía, caía bien a todo el mundo y todos los tíos morirían por echar un polvo conmigo, lo sabía. Había cambiado, psicológicamente, físicamente, y personalmente. Ya no iba con mis vaqueritos y mis manoletinas. Ahora iba con unas minifaldas de infarto, tacones y mini camisetas, me gustaba provocar y que los chicos se fijaran en mí, todo lo que antes no lo habían hecho.
Una tarde como la gran mayoría de los días estábamos en su casa. Nos follamos y había sido increíble. Javi siempre al terminar y al empezar se solía meter unas rayas, y siempre me decía que debía probarlo, que no sabía lo que me perdía. Fui tonta y lo hice. Me la metí. Y la odié, pero debía poner una buena cara porque mi chico quería que lo hiciera.

Eso ya se convirtió en una rutina, entre porros y rayas iba todo el día drogada. Dejé de ir al instituto por estar con él drogándonos, dejé a mis amigas de una forma horrible, llegué a maltratar de una forma brutal a mis padres. Estaba cayendo bajo, muy bajo. Pero estaba ciega y solo veía a Javi, mi gran enfermedad y a la vez mi única medicina, a mis nuevos amigos, y a la coca.
Me metí en muchísimos líos, robé, me fui de casa de mis padres, sufrí mucho, mi amor, por el que había dejado todo, me mintió infinidad de veces. Pero le perdonaba, porque era lo único que tenía, que me quedaba.
Pero un día todo lo cambió. Me desperté y nada más abrir los ojos abrí el cajón de la mesita de noche y me saqué mi bolsita con mis tres gramos de coca y una tarjeta de crédito. Me las metí seguidas sin parar, necesitaba salir un poco de ese mundo de mierda que me rodeaba. Estaba sola en casa, cosa rara, siempre estaban los amigos de Javi rondando por la casa. Llegué a la cocina y vi una nota de él. En esta ponía: "Sal a por lo nuestro, que me la he gastado toda. He ido a currar, ¡No me esperes a comer!- Javi"
La verdad es que no me trataba bien, era su sirvienta, su esclava. Ese día me había despertado con mal pie y esperé un poco a ir a por la droga. Entonces me fui a la ducha y escuché la puerta. Era Javi, pero no estaba solo. Era la voz de una chica. Me callé y miré por el hueco que la puerta me dejaba ver. Se estaban besando y riendo de mí. Salí y me volví loca, rompí todo, pegué a la chica que no tenía la culpa. Javi al verme tan nerviosa me sujetó y yo, al sentirme como en una cárcel, de la rabia, le pegué una bofetada en la cara. En respuesta de eso Javi me pegó un puñetazo que me dejó tumbada en el suelo, con una labio sangrando y con mi vida hecha pedazos. Se fue. Y yo me quedé allí. 
No sabía como afrontar lo que me había pasado y lo único que podía hacer para no pensar tanto en el tema era drogarme. Y me drogué, claro que lo hice, pero esta vez como nunca antes lo había hecho. Me metí otras tres rayas, me fumé dos porros y unas gotas de GHB. Estaba como una zombi tumbada en el sofá del salón. Y me dormí. 
Cuando me desperté me encontraba muy mal y me dí cuenta de que no estaba en mi casa. ¡Estaba en el hospital! Con mi madre agarrándome la mano y mi padre sentado en el sillón llorando de alegría porque me había despertado por fin. Según lo que mis médicos dijeron había estado en coma profundo durante 7 meses. Y que toda la droga me había creado secuelas en el cerebro y en el sistema nervioso. No me lo podía creer. Pero lo primero que le pregunté a mi madre era que dónde estaba Javi. Nunca debí haberlo echo. Mis padres me contaron que alguien me había dejado en el portal de mi casa medio muerta. 
Pasaron unos años. Yo volvía a mi vida, aunque con secuelas. Estuve dos años en una clínica de Barcelona desintoxicándome. No me había olvidado de Javi. Pero seguí con mi vida. Volví a recuperar mis estudios y conseguí llegar a la Universidad. Años después me enteré de que Javi había fallecido por una sobredosis de cristal. 
Lo único que os puedo decir es que nunca os dejéis influenciar, que nunca intentéis ser alguien que no sois, que nunca os humillen, y que nunca caigáis en esa "diversión" llamada las drogas. Porque me lo estaba pasando tan bien que casi me muero por ello. Porque con 17 años podría haberme comido el mundo y lo único que hacía era comerme pollas y meterme mierda por la nariz. Llegué a tocar la muerte con la punta de mis manos pero me dieron una segunda oportunidad, suerte que muchos no tuvieron ni tendrán.



sábado, 1 de octubre de 2011

Things coming up!

-Estube mucho tiempo escondiendome de los problemas, sin plantarle cara a mi vida, cuando se ponía dificil me escondía y lloraba, me tragaba mis miedos en vez de afrontarlos.
Pero al ir creciendo me di cuenta de que a la vida o le plantas cara o te come, o la muerdes tu a ella o ella te muerde a ti, que si la vida te da la espalda, la tocas el culo.



Si un cabrón te hizo llorar, sigue para alante olvídale y vuelvete a enamorar, no te estanques, crea tu propia vida cada día desde cero, olvida los errores de ayer y vuelve los a cometer una y mil veces, solo tú puedes decidir que es equibocarte, que si tienes que caer caerás, pero solo para volver a levantarte, que si quieres soñar despierta lo vas a hacer, que si quieres salir de fiesta y no dormir en toda la noche puedes hacerlo, que vas ha hacer lo que te de la gana y cuando te de la gana, porque ya está bien de esconderse, sal ahí fuera y comete el mundo, vive cada segundo como si fuera el ultimo, enamorate, jodelo, escapa y vuelvete a enamorar, haz amigos, pierdelos...


Pero nunca te des por vencida, solo has perdido si tu crees que lo has hecho.


Esa sonrisa que nos caracteriza.


Yo quiero a alguien que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer. Que no le guste verme llorar y me haga reír hasta cuando no tenga ganas.
Que me mire, le mire, y me tiemblen las piernas sin remedio.
Y sobre todo alguien que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.


Uno recoje lo que siembra.

Ahora empezaré a tratar al mundo como me han tratado a mí. A intentar demostrar que no es nada fácil aparentar otra cosa, o guardarse cosas por no saber si la vas a cagar o no. Sinceramente ya me da igual, ya soy de piedra o casi. Ya nada me duele, o prácticamente nada pero estoy acostumbrada y sé como actuar en el momento. Puede que haya cambiado pero era evidente. Ya no puedes conmigo, y ahora es cuando tengo que agradecer cada putada, cada fallo, cada caída, cada mentira, cada error, cada estupidez porque gracias a ello soy lo que soy ahora y nada más.