jueves, 29 de marzo de 2012

La sencillez de un "no puedo"

Siempre he sido yo la que a puesto la sal, el azúcar y los demás ingredientes en lo nuestro. Pero como ya sabes esto algún día tenía que terminar.
Te quiero y te llevo queriendo durante tres largos años. Decir esto, viniendo de mí, ya es mucho, no sabes lo que me cuesta sacar esto. Pero que iba a hacer ¿seguir engañándome? Mejor eso te lo dejo a ti, se te da mejor.


Quiero decirte que has sido mi guía, mi sonrisa ante todos los problemas, mi consejero, mis oídos y mis ojos. Has sido mucho más que un amigo y eso se ha ido demostrando poquito a poco. Tú has sido las ganas de llegar a casa para abrir el ordenador y leer tus mensajes, has sido las ganas de ir al instituto para poder verte y regalarte una sonrisa furtiva, secreta. Has sido la razón mis insomnios, y mis ganas de morirme en las clases de historia del día siguiente. También has sido la razón por la que mi madre a las tantas de la madrugada venía chillando a quitarme el portátil. Que quieres que te diga más, ya lo sabes todo...
¿Sabes cual fue mi error? Cruzar la raya de la amistad, empezar a sentir algo que nunca debería de haber existido. Pero ya sabes como van las cosas del corazón. Y ahora lo estoy comprobando, estoy comprobando como con todo el daño que me has hecho te sigo queriendo.
Pero ya da todo igual, dan igual los miles de mensajes, de risas, de miradas, de sueños, de recuerdos, de lágrimas y sobre todo de amor que teníamos. Esto se va pareciendo cada vez más a un ultimátum. Lo necesito, no aguanto más tonterías que me hagan sufrir día a día. No aguanto más que mi cara esté empapada y que las teclas del teclado estén nadando entre mis lágrimas. Simplemente ya no lo aguanto. Ya no sé que más decirte, te aseguro que podría decir cosas y cosas, llenar 8 hojas de nuestros recuerdos, pero al pensar en ti me quedo en blanco.
Espero que un día volvamos a retomar estos preciosos sentimientos que se quedarán en un huequecito a la espera de una nueva sonrisa o de un nuevo "Buenos días".

Hasta pronto, M.

martes, 20 de marzo de 2012

El aire que respiro.


Ella llorando y gritando en su cuarto:
Soy una estúpida, una imbécil por creerme todo lo que me decía y me juraba. Ya veo que nunca me quiso, que todas las palabras y los besos se los llevó el viento. Que jugo muchísimo conmigo, que solo me utilizó para no estar solo. ¿Que no podía vivir sin mi? Ja eso se quedó en el aire. ¿Que esto sería para siempre? Si para él el siempre son unos meses... ¿No se dio cuenta de que era la única que le hacía sacar una sonrisa? Pero estoy segura que te olvidaré, ya encontraré a alguien que de verdad me sepa valorar y querer como yo a él. Que te vaya bonito. Y ten por asegurado que si algún día quieres volver ya no estaré esperándote.
 
El en si habitación gritando y rompiendo cosas:
Joder, porqué hice lo que hice. La quería, lo juro, era la mujer de mi vida. Soy imbécil y un gilipollas por no ver lo que tenía en mis brazos. Hacía que fuera yo de verdad, era la única que hacía que saliera mi sonrisa mañanera. No se merecía tantas mentiras, lloros, discusiones. Jugué con mis propias mentiras, ¿Porque quise ocultarle que la quería y que sin ella no era nadie? Me arrepiento tanto. Siempre ella ha sido el aire que respiro. Mi cabeza es incapaz de no pensar en un nosotros, en un beso suave de buenas noches, en hacer la cuenta atrás para nuestro nuevo aniversario. No sé como evitar no recordarte pero la verdad es que uno no sabe lo que tiene, hasta que lo pierde.
-Hijo ¿que te pasa?
+Nada mamá, que me han roto el corazón.

jueves, 15 de marzo de 2012

Pedacitos de amor delirando.

Millones de situaciones, de compañeros de viaje, de personas que te dan tu hombro para llorar, esas que te dan un besito en la mejilla. ¿Quién no puede sentir algo más por esas personas? Sé que solo es una amistad, o por lo menos para él. Pero que quieres que haga cuando quiero escuchar su voz, cuando una sonrisa sale de su boca al verme, cuando me dice que soy su chica. Es una amistad, lo sé. No quiero sentir lo que por dentro de mí revolotea y quiere escapar. Sé que tan solo es una línea que hay que cruzar, aparentemente parece fina pero para mí es como un acantilado. En una mano tengo a mi mejor amigo y en la otra al mismo chico de los ojos vidriosos, el hombre de mi vida.
Somos amigos, no para de repetírmelo, pero mi cabeza no quiere creérselo aún. 


Tenerle cerca, notar su voz en mi oído diciéndome que todo va a ir bien, que me merezco algo más; Ingenuo no sabe que lo que me merezco es a él, exclusivamente. Ver el móvil y ver su nombre. En mi fondo de pantalla allá está él de nuevo. En las fotos de mi habitación otra vez, en la chaqueta que me regaló, en el perfume que tanto le gusta, en mi almohada... 


Es una necesidad, un bien necesario, como respirar. Sé que mis días sin su compañía se volverían grises en un chas. ¿Debería arriesgar? ¿Debería seguir adelante? Solo puedo decir que quiero hacerle sentir especial, que cuando su piel, accidentalmente, toca la mía, vuelo. No me cortes las alas, acompáñame a ver las nubes, desde ahí arriba todo se ve mucho mejor.


miércoles, 14 de marzo de 2012

Te toco; y muero.


Estimada Cristina:

Ayer recibí una misiva de tu abogado donde me invitaba a enumerar los bienes comunes, con el fin de comenzar el proceso de disolución de nuestro vínculo matrimonial. A continuación te remito dicha lista, para que puedas solicitar la certificación al Notario.... y tener listos todos los escritos antes de la comparecencia ante el tribunal.

Como verás, he dividido la lista en dos partes. Básicamente, un apartado con las cosas de nuestros cinco años de matrimonio con las que me gustaría quedarme y otra con las que te puedes quedar tú.

Para cualquier duda o comentario, ya sabes que puedes llamarme al teléfono de la oficina, de ocho a cuatro, o al móvil, hasta las once y estaré encantado de repasar la lista contigo.

Cosas que deseo conservar:
- La carne de gallina que salpicó mis antebrazos cuando te vi por primera vez en la oficina.
- El leve rastro de perfume que quedó flotando en el ascensor una mañana, cuando te bajaste en la segunda planta, y yo aún no me atrevía a dirigirte la palabra.
- El movimiento de cabeza con el que aceptaste mi invitación a cenar.
La mancha de rimel que dejaste en mi almohada la noche que por fin dormimos juntos.
- La promesa de que yo sería el único que besaría la constelación de pecas de tu pecho.
- El mordisco que dejé en tu hombro y tuviste que disimular con maquillaje porque tu vestido de novia tenía un escote de palabra de honor.
- Las gotas de lluvia que se enredaron en tu pelo durante nuestra luna de miel en Londres.
- Todas las horas que pasamos mirándonos, besándonos, hablando y tocándonos. También las horas que pasé simplemente soñando o pensando en ti.

Cosas que puedes conservar tú:
- Los silencios.
- Aquellos besos tibios y emponzoñados, cuyo ingrediente principal era la rutina.
- El sabor acre de los insultos y reproches.
- La sensación de angustia al estirar la mano por la noche para descubrir que tu lado de la cama estaba vacío.
- Las náuseas que trepaban por mi garganta cada vez que notaba un olor extraño en tu ropa.
- El cosquilleo de mi sangre pudriéndose cada vez que te encerrabas en el baño a hablar por teléfono con él. 
- Las lágrimas que me tragué cuando descubrí aquel arañazo ajeno en tu ingle.
- Jorge y Cecilia… Los nombres que nos gustaban para los hijos que nunca llegamos a tener.

Con respecto al resto de objetos que hemos adquirido y compartido durante nuestro matrimonio, el coche, la casa, etc. solo comunicarte que puedes quedártelos todos. Al fin y al cabo sólo son eso:… objetos.
Por último, recordarte el n º de teléfono de mi abogado.... para que tu letrado pueda contactar con él y ambos se ocupen de presentar el escrito de divorcio para ratificar nuestro convencimiento.

Afectuosamente, Roberto.


viernes, 9 de marzo de 2012

Y luego dices que no me entiendes.


Creo, de verdad, que nunca estaremos de acuerdo. Nos contradecimos día a día. No podemos vivir juntos pero que ni se les que ocurra decir que viviremos separados. Es mejor quedar como "amigos". Pero los dos sabemos que no somos eso. Cada día uno cambia de opinión,mientras que el otro mantiene la suya. Cuando uno no va, el otro está detrás y viceversa. No comemos ni dejamos comer. Sabemos que lo nuestro no es lo común. Sabemos que los dos un día u otro nos desnudamos con la mirada. Tenemos un deseo que, de momento, está stand by. ¿ Será orgullo? ¿Será misterio o intriga? ¿Será no darlo tan fácil? ¿Seremos un premio mutuo?

sábado, 3 de marzo de 2012

RV.

No nos damos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo. Los días pasan al lado nuestro sin darnos cuenta. Los meses y los años pasan como un suspiro.
Me acuerdo cuando llegamos al instituto, con toda toda nuestra ilusión y nerviosismo. Y ahora estamos a un paso de terminar. Estamos a un paso, a tan solo unos días de nuestro querido viaje. Del viaje de nuestras vidas. Me acuerdo cuando decíamos que todavía nos quedaban cuatro años para realizarlo. ¿Y ahora? esta a la vuelta de la esquina. Por un lado tengo muchísimas ganas de que por fin sea 9 de Abril pero si veo el lado malo, veo que ya todo termina. Que nuestras vidas van a pegar un giro de 180º.
De verdad que no quiero que el tiempo pase, ojala tuviera una máquina o un superpoder que hiciera que este parara en seco. Pero ahora me doy cuenta que la gente que quiero se va ha empezar a ir al igual que yo. Y lo único que quiero es que esta semana sea inolvidable, que mire atrás y vea a mis niñas riendo sin parar con las Ray-Ban puestas durante todo el día. Quiero ver el estrés por no tener tiempo para arreglarte. Quiero estar hacinadas en un camarote y sentirme completa. Quiero subir al avión agarrada de la mano de alguna de mis chicas y que estas me digan que no me preocupe que todo va ha salir bien. Quiero montarme al autobús y hacer el mítico gesto. Quiero no dormir durante esos días, disfrutarlo al máximo. Quiero ver la puesta de sol al final del océano mientras cantamos y bebemos en el jacuzzi. Quiero vivir este viaje con la gente que más quiero, quiero aprovechar el poco tiempo que nos quede juntos y vivirlo al máximo. Que coño, va ha ser la semana de nuestra vida. Porque chicas ¡Nos vamos de crucero!