martes, 20 de marzo de 2012

El aire que respiro.


Ella llorando y gritando en su cuarto:
Soy una estúpida, una imbécil por creerme todo lo que me decía y me juraba. Ya veo que nunca me quiso, que todas las palabras y los besos se los llevó el viento. Que jugo muchísimo conmigo, que solo me utilizó para no estar solo. ¿Que no podía vivir sin mi? Ja eso se quedó en el aire. ¿Que esto sería para siempre? Si para él el siempre son unos meses... ¿No se dio cuenta de que era la única que le hacía sacar una sonrisa? Pero estoy segura que te olvidaré, ya encontraré a alguien que de verdad me sepa valorar y querer como yo a él. Que te vaya bonito. Y ten por asegurado que si algún día quieres volver ya no estaré esperándote.
 
El en si habitación gritando y rompiendo cosas:
Joder, porqué hice lo que hice. La quería, lo juro, era la mujer de mi vida. Soy imbécil y un gilipollas por no ver lo que tenía en mis brazos. Hacía que fuera yo de verdad, era la única que hacía que saliera mi sonrisa mañanera. No se merecía tantas mentiras, lloros, discusiones. Jugué con mis propias mentiras, ¿Porque quise ocultarle que la quería y que sin ella no era nadie? Me arrepiento tanto. Siempre ella ha sido el aire que respiro. Mi cabeza es incapaz de no pensar en un nosotros, en un beso suave de buenas noches, en hacer la cuenta atrás para nuestro nuevo aniversario. No sé como evitar no recordarte pero la verdad es que uno no sabe lo que tiene, hasta que lo pierde.
-Hijo ¿que te pasa?
+Nada mamá, que me han roto el corazón.

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