Ahora empezaré a tratar al mundo como me han tratado a mí. A intentar demostrar que no es nada fácil aparentar otra cosa, o guardarse cosas por no saber si la vas a cagar o no. Sinceramente ya me da igual, ya soy de piedra o casi. Ya nada me duele, o prácticamente nada pero estoy acostumbrada y sé como actuar en el momento. Puede que haya cambiado pero era evidente. Ya no puedes conmigo, y ahora es cuando tengo que agradecer cada putada, cada fallo, cada caída, cada mentira, cada error, cada estupidez porque gracias a ello soy lo que soy ahora y nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario