Hagamos un trato: yo te llevo el desayuno a la cama. No digo una vez ¿eh? Digo todos los días de mi vida. Fútbol, lo justo, algún partidillo nada más. No te preocupes. Y te prometos que jamás tendré tripa. A cambio de eso no te pido nada, simplemente, que estés conmigo. Pero no solo unas días o meses yo me refiero al resto de nuestra vida. Ese es el trato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario