- Cariño.
+Dime.
- ¿Qué haces? ¿No tienes sueño? No te habré hecho daño ¿verdad?
+Sí, me has hecho mucho daño.
- Lo siento no era mi intención. La próxima vez tendré más cuidado.
+No es eso. Es que el único daño que me has podido hacer es en mi corazón que solo piensa en tí. Esta locura es inhumana.
Y tras esta declaración él sin pensarlo dos veces la lanzó de vuelta a la cama e hicieron el amor durante toda la noche. No como muestra de pasión o puro sexo sino como un segundo camino hacia todo el amor que esos dos cuerpos sudorosos derrochaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario