miércoles, 22 de junio de 2011

Kryptonita.

No lo entiendo, no me entra en la cabeza. Como las mujeres, tan inteligentes, responsables, sabias... podemos depender tantísimo de los hombres. Son como la kryptonita de superman. Sabemos, porque los sabemos, que nos van a hacer sufrir pero nos encanta contemplar su belleza y sobre todo sentirla. Porque yo soy de esas que a la que le encanta que les digan cosas bonitas todo el día, les sorprendan, les quieran, que con una mirada te lo digan todo...Pero yo creo, de verdad que no hay clases de hombres así. Y quién los tenga que nunca, jamás los suelten para que sean suyos para siempre. Yo quiero que tenga la cabeza y el corazón de una mujer y sea un hombre. Dos cosas un poco imcompatibles la verdad.

La razón la cual dependemos tantísimo de ellos es porque nos educan para quererlos y tener la necesidad de tener un hombre a nuestro lado para que nos proteja, nos quiera, nos haga el amor. Desde pequeñitos nos preguntan: ¿Oye Marta, cariño, y tú tienes novio?. Y entonces piensas en tus padres, abuelos, tíos. Que a primera vista todo es perfecto, un mundo de rosas. Pero todos sabemos que eso nunca existe y sobre todo si tenemos un hombre al lado en ese precioso mundo.

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