Las cosas son demasiado difíciles como para explicarlas. Lo sé soy como un tiovivo que sube y baja sin parar, un poco loca y complicada. Pero mis palabras son sinceras y mi corazón lo es más si aún cabe. Mi cabeza suele dar vueltas y vueltas a cosas insignificantes porque me importa lo que pasa a mi alrededor. Suelo ser como un diario andante que lo único que hace es recordar momentos vividos en vez de crear unos nuevos. Me cuesta demasiado dejar las cosas medio echas o que a alguién con mis actos pueda hacer daño. Soy tímida con la gente nueva pero muy peculiar con los conocidos. Puedo pasar desapercibida, cosas que muchas chicas no pueden decir. Soy alegre y muy llorica. Necesito cariño todo el tiempo, amor, cosa que no pueda decir que tenga en mi vida. Soñadora, atrevida y muy confiada, quizás demasiado. Por eso me pasan las cosas que me pasan pero suelo tropezar con la misma piedra un par de veces y luego arrepentirme. Así soy yo y me hubiera encantado que todo esto y más supieras de mí, pero no ha podido ser. No estábamos predestinados. Fue bonito mientras duró, me hiciste volverme a ilusionar. Gracias por todos esos momentos O.
Siempre tuya, Marta.
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