martes, 27 de septiembre de 2011

16 años, nada más.

Llega un momento en la vida de una adolescente de tan solo 16 años en la que tienes tantos problemas, insignificantes para el resto del mundo pero un mundo para ti, en los que no te dejan ver con claridad, como si tuvieras la vista nublada.


Problemas como esperar o no al hombre de tu vida, aunque solo sea por dos años. Perder la virginidad con tu novio, al que adoras, aunque tú sepas que todavía no estas preparada para dar ese enorme paso. Agobiarse por todos los exámenes que tenemos. Pasar de las habladurías de gente que se aburre mucho, muchísimo. Dar buena impresión. Poner siempre una sonrisa continua. Intentar caer bien y ser simpática cuando lo único que quieres es que una persona te diga ¿Estas bien? Empezar con el chico que andas detrás de él durante un año y que por fin haya algo más. Amar a un motorista famoso que seguramente no conozcas en tu vida. Intentar adelgazar para parecerte a tus amigas, para gustar un poco. Ir a un nuevo instituto al que no conoces a nadie y empezar de nuevo. Celebrar el año con tu novio y pensar que siempre estaréis juntos, que la distancia no podrá con el amor que ambos tenéis. Dejar a personas que no merecen la pena y que te han echo mucho daño. Que tengas unos cuernos que no te entren por la puerta de casa. Decir a tus padres que estas bien para que no se preocupen del daño que te han echo fuera cuando ellos no te han podido proteger de los problemas que la calle tiene. Pasar esas expectativas que la gente tiene de ti. No decepcionar a tus allegados. Celebrar cumpleaños en los que halla 40 personas invitadas. Dejar pasar los días hasta que el verano vuelva y con él la sensación de libertad. Llegar dos horas tardes de lo bien que te lo estábas pasando de fiesta. Mentir a tus padres y quedarte a dormir a casa de una amiga y no aparecer hasta las 7 de la mañana. Bailar como locos aunque sepamos que lo hacemos como el culo. Bebernos hasta el agua de los floreros. Hacer locuras y luego arrepentirnos de ellas. Y sobre todo vivir la vida como mejor te parezca.
Porque sí, señores tenemos 16 años y hacemos estas cosas y más. Para eso está esta juventud tan maravillosa y única. Y lo único que te puedo decir es que nunca volveremos ha ser tan jóvenes como en este instante y que aprovechemos estos años. Porque dentro de nada nos pondremos en los 30 y pico y nunca diremos que deberíamos de haber hecho ninguna otra cosa. Hicimos de todo, nos pegamos palos como todos y nos volvimos a levantar con una amplia sonrisa y con la cabeza bien alta.

2 comentarios:

  1. Pues yo lo califico como IMPRESIONANTE. ( jajaja pobre melisa, le has puesto que no lo va a conocer al pobre Marc!) Hay algo mío? Cómo te quiero ;)

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  2. Graciaaas:) Ya pobrecitaa... Si que he puesto algo y lo sabes además en la primerisima linea. Mi vida entera, Laura.

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