miércoles, 27 de julio de 2011

Con receta médica.

Tú, si tú, ven aquí que tengo que hablar contigo muy seriamente. Haber llevo unos tropecientos días queriendo hacer esto pero no sé no me atrevía, me das respeto. Yo cre que lo mejor es dejar las cosas claras desde un principio. Ya sé que tu y yo hemos cortado hace bastante pero las cosas me molestan, me hacen daño. ¿Sabes? Tengo sentimientos y no me gustan que me los pisoteen. Tú que te piensas, David, ¿Qué a mí no me duele que ya no me mandes mensajes y no me llames a las tantas de la mañana? ¿Qué no me duele que te vea con otras chicas? ¿Y yo piense que son simples amigas. Sé que no lo son, pero prefiero engañarme. Ya me conoces cuando no quiero que me hagan daño me pongo una coraza en la que dentro de esta todo es perfecto, por lo menos para mí. ¿Qué te piensas que a mí no me encantaría comerte a besos todos los días? Porque tú eras mi medicina, la que me hacía ser como soy realmente. Porque necesito un poco de tí después de cada comida. Y sé, porque lo he sufrido, que sin tí, mi única cura, me muero. Me muero sin tí.

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