jueves, 5 de enero de 2012

2011

Empiezo diciendo que esta entrada no va ha ser como la gran mayoría de las historia que escribo, no trata de amor o soledad, aunque algo de eso también aparecerá no puedo decir que no. Esta entrada es un recordatorio, un dossier, de todo lo que hemos y he vivido este gran año. Este ha sido nuestro 2011:

Este año ha tenido de todo, ha traído muchas, muchísimas cosas nuevas. Muchas personas nuevas y otras no tanto. Este año ha traído muchas horas de estudio en casa, y muchos quebraderos de cabeza, muchas cuentas. Este año ha traído muchas risas, de estas que provoca un fuerte dolor de tripa, que ya ni te sale sonido. Ha tenido muchos lloros, muchas relaciones rotas. Y es curioso como lo que más recuerdo de este año son las fiestas que nos hemos pegado, grandes. Y si miro este 2011 veo a él con su sonrisa y sus tonterías.

Ahora toca explayarme en cada tema. Comencemos con las cosas nuevas. Ha entrado mucha gente en mi vida la verdad. Pero sobre todo ha ido creciendo el amor que sentía por otras que ya estaban en mi vida. Nunca hubiera pensado que tendría tantas buenas amigas, lo juro. Yo si que puedo decir que tengo unas amigas amigas y seguramente estas no entren en una mano, poca gente puede decir eso. Estas hacen que este año haya pasado con una estrella fugaz, casi sin enterarme. Sin ningún problema, solo sonrisas verdaderas, orejas que quieren escuchar de verdad tus problemas y unos hombros muy mulliditos en los que poder llorar. Las quiero y este año ha hecho que este sentimiento se multiplique por diez. Las quiero, me quedo sin palabras.
Y ahora vienen los estudios, no le voy ha dar mucha importancia a este tema ya que es lo que debemos de hacer sin queja alguna, es por nuestro bien. Este año hemos estudiado, sí y mucho, pero esto no es nada comparado con lo que nos espera. Así que toca ponerse las pilas y sacar todo, hacer las cosas lo mejor que podamos y labrarnos un futuro. Que la cosa viene muy jodida.
Y ahora vienen las risas. Muchas, muchísimas. Somos así y así somas más felices. Hay que sonreírle a la vida coño, seguro que algún día lo haga por ti, estoy segura. La verdad es que no me acuerdo de un momento que diga este, este me reí muchísimo porque día tras día nos lo hemos pasado pipa. Pero estoy segura que los músculos de la cara no están muy contentos con nosotras, los hemos utilizado demasiado.
Y ahora que toca... a si, los lloros. Igual de este tema mejor paso, no quiero aburrir. Pero bueno esta entrada es de las cosas buenas y de este año así que tengo que cumplir. Si dijera que este año ha sido solo risas mentiría, porque, ahora hablo de mi, he llorado mucho, quizás el año que más. También puede que sea porque este año, mi vida ha pegado un giro de 360 grados. Los tíos han aparecido en mi vida y con ellos el sufrimiento, para que mentir. Pero si tengo que destacar un día sería el 17 de Noviembre, siempre quedará en mi memoria. Y tengo claro que este es el día que más he llorado y el día que peor me he encontrado sicológicamente de mi vida. No hace falta que explique lo que ese día paso, la gente que me conoce lo sabe y con eso me sobra.

Y de un tema tan triste a otra tan bueno. La fiesta, mi gran amiga. Este ha sido nuestro año y por supuesto no el de nuestros hígados. Ha habido tantas que no se ni por cual empezar. Solo citaré las más importantes y por supuesto las mejores. Empezamos con vueltas, no puedo hablar del 2011 sin nombrar esta gran fiesta. Esta ha sido la mejor de todo el año, con una mayoría aplastante de votos. Es poner calor, un río, mucho alcohol, miles de personas y una calle llena de bares y te sale el cóctel perfecto. También podría nombrar el gran verano que pasamos recorriéndonos los pueblo de La Rioja como si fuéramos tomboleros. No nos dejamos ni uno. Era un sábado sí y otro también. Gran vida la verdad. Las miles de noches por Nájera... Son tantos momentos que se escapan de mi alcance. Y para terminar Nochevieja, esta vieja amiga no podía faltar. Muchos colores, mucho baile, mucha bebida pero poco amor. Digamos que empezamos bien el año, y en mi caso de una forma un poco extraña dejémoslo ahí.



Y mi último tema de al año, el que más miedo tengo al explicar. Él, Omar, para quién no lo conozcáis, pocos seguro. No tengo miedo al decir su nombre porque ha marcado una etapa en mi vida, aunque me joda decirlo, pero tengo que ser sincera. Y espero que leas esto de verdad. Este año le conocí. Y la primera imagen al recordar este gran año es la suya, la suya con su americana negra besándome la frente desde las alturas. Por mi parte fue un flechazo, ya lo sabes te lo he dicho mil veces, desde que te vio fue un... Dejémoslo me pongo mal. No quiero volver a revivirlo otra vez demasiados dolores de cabeza me he llevado ya. Solo te digo que te seguiré buscando, siempre. Y que el 24 de Junio volveré a dónde nos conocimos, dichoso destino, y que ya no puedo ver un coche como el tuyo y no comprobar que no tiene un dragón delante de la insignia o unas gafas colgadas en el retrovisor. Para mí los 13 han tomado un nuevo significado, ya no les tengo miedo, no, ahora los afronto.

Y ya está aquí termina la historia de mi, de nuestro 2011. Y quiero que sepáis que he intentado contenerme pero ha sido imposible. Ha sido imposible que una lagrimilla no asomara por mi maquillado ojo. Son muchos, muchos recuerdos, y el 90% de ellos son buenos. Gracias a todos aquellos que han estado este año tan maravilloso conmigo, porque esto es gracias a vosotros, por cada una de esas personitas que han hecho que me levante y siga bailando. Os aseguro que quisiera para el tiempo y nunca irme de aquí, que nadie se fuera que estemos siempre juntos. No hay cosa que más me duela que tener que dejar estas cosas, y a estas personas, porque son realmente mi vida. Y pensar que es el penúltimo. Pero este que viene va ha ser grande, y si el destino quiere que no lo sea ya le daremos unas monedillas haber si toma otro camino en el cual salgamos beneficiadas. Os quiero tanto que hasta duele.

Siempre vuestra, Marta.

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