jueves, 29 de septiembre de 2011
De la olla.
No estoy preocupada ni alterada porque sé, estoy segura de que mañana todo irá bien. Que ya me he hecho fuerte y que tus puñaladas ya no me duelen. Me he echo una coraza en la que ya, si me pinchas no sangro ni lloro, en la que no dejo que nadie entre, en la que solo estoy yo. ¡Y lo bien que estoy!
-Haber cuento aguantas- me dijo mi amiga
+Pues espero que bastante, porque sino voy a dar por loca.
-Te lo digo yo. Hasta que de repente le veas venir hacia ti, o te lo encuentres en la calle o en el lugar dónde os conocisteis y te coma un poco la oreja.
+Lo sé, espero que cúanto más pueda aplazarse eso mejor. No sé si podré resisitirme.
-No podrás, te conozco demasiado. Pero sólo te doy un consejo. !Quiérete un poco coño!
Real como el cartón.
Un día mis amigas y yo, como de costumbre, estábamos hablando de tíos. Y sin quererlo salió su nombre, Victor. Nada más escucharlo una sonrisa salió de mi boca y mi amiga Carmen se dió cuenta. No tuve más que confesarlo. Me gustaba, me molaba mucho. Sería por su alegría, su salero natural, sus ojos azules, su altura, el tatuaje del brazo. Aunque todavía no había tenido la oportunidad de conocerlo más y saber como era por dentro, lo de fuera me encantaba.
Pasó un tiempo y de repente llegaron las fiestas de su pueblo, y allí que fuimos. No nos perdíamos ninguna fiesta la verdad. Y ¿cuál fue mi sorpresa? Que él también se fijó en mí.
A los días, otra vez de fiesta, me enteré de que también le había entrado por los ojos y de repente, sin ninguna explicación mi corazón empezó a ir más rápido, como con unos nervios muy extraños. Aunque tuviera en mi cabeza a Victor también tenía a Pablo, mi gran amor. El que seguramente sería mi hombre y lo sabía. Pero la distancia hizo muchos estragos y la cosa no se podía sostener más. Pero seguía y sigo enamorada profundamente de él y no veo el momento de volverle a ver. Bueno a lo que íbamos, que me voy por las ramas. Entonces pensé si merecía la pena el chaval y si en vez de esperar a que el verano volviera a comenzar, para ver a Pablo, le diera una oportunidad. Y elegí la segunda opción.
Nos dimos los números y hablamos por mensajes, pero nada más. Aclaramos las cosas y los dos teníamos claro que nos gustábamos y que por lo menos querríamos intentarlo. Y eso fue lo que hicimos.
Nos lo pasamos genial, nos complementábamos de maravilla, me alegraba las mañanas, tardes y noche con esa sonrisa tan maravillosa y sus palabras pastelosas. Pero le quería y poquito a poco Pablo tomó un segunso plano.
No me arrepiento en ningún momento de haber elegido esa tarde de Septiembre. Haber quedado con él por primera vez. Aunque lo pasé bastante mal, nervios y eso... Porque tengo 16 años y no tengo que estar viéndolas venir sino que cojer ese tren y aprovecharlo al máximo.
Porque el amor llamó a mi puerta o mejor dicho, a mi corazón.
Te quiere, Laura.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
No todo es lo que reluce.
Porque no hay nada más triste que verte sin mí. Y ten presente esto: ama a quien te ama, no a quien te ilusiona. Y te aseguro que si te extraña, llamará. Si te quiere, lo dirá. Y si de verdad le importas, lo va a demostrar.
En esta vida no esperes a que las cosas sucedan, haz que ocurran. Porque tú eres la que te vas a a sacar las castañas del fuego antes de que se quemen, tú vas a ser quién sienta, quién llore, quién ame, quién ria y quién disfrute.
Porque yo creo que no hay nada más bonito que acordarse de esa persona y sonreír sin darte cuenta. Que encontrartelo y algrarte aún más la noche, que veas que tienes mil llamadas de él o mensajes acordándose de ti. ¿Y sabias esto? El besar disminuye el estrés,baja la presión arterial y cambia el semblante de una persona de negativo a positivo. A si que ya sabes, disfruta y comele la boca todo el día, hasta que tus labios digan que no pueden más, aunque tu corazón tenga más ganas de él.
Creo que he pecado y no me he querido dar cuenta de que si una persona realmente quiere verte, hace todo lo posible para llegar a ti... Sin miedos ni excusas. Porque las palabras solo duelen cuando importa quien realmente las dice. Y que no hay nada más triste que un recuerdo felíz.
El amor le dijo al odio: - ¿Por qué me odias tanto?. Y el odio le contesto: - Porque alguna vez te ame demasiado y me jodiste.

Me da igual levantarme a las 7 de la mañana porque ya es miércoles y cada vez queda menos para el deseado viernes. Aunque halla una nube en el cielo no significa que siga estando igual de azul. Me da igual que me toque Filosofía porque me lo paso igual de bien junto a mis niñas y eso es lo que realmente importa.
Todo, todo en esta vida tiene un porqué y unas porqués.
martes, 27 de septiembre de 2011
Hay veces que el tiempo si perdona.
Era domingo por la mañana, sobre las 9 y media. Él se acababa de levantar y de repente su móvil comenzó a sonar. Era su amigo Ricardo. Este le propuso un viaje a Bilbao para acompañar a su hermana y a su amiga al aeropuerto pasar allí el día. Pero lo que menos se esperaba era lo que saldría de ese inesperado viaje.
A las 11 el timbre empezó a sonar, era Ricardo y estaba esperándole abajo con sus dos acompañantes. Óscar, así se llamaba el protagonista de mi historia, subió en el coche y se presento a las dos chicas. Una le llamo especialmente la atención por su belleza pero no quiso hacer amagos de su atracción por ella. Cuando llegaron al aeropuerto ellas dos se fueron rumbo a Ámsterdam. Pero él se quedó con más ganas de ella. El día transcurrió normal. Y por la noche llegó a casa un poco cansado por el viaje, pero con una mosca detrás de la oreja por Mar la chica que había conocido ese mismo día.

Tras varias citas, la chipas surgió y aprovecharon esa oportunidad de coger ese amor que nunca llega tarde. Porque cuando las cosas no las buscas surgen y en lugares o situaciones inesperadas. Porque quién diría que un soleado domingo nuestro Óscar iba a encontrar a su chica de camino al aeropuerto. Alguien dijo alguna vez que nunca era tarde para el amor. Gran verdad.
-Miráme y dime que no sientes nada por mí si tienes huevos.
+Javi te lo he dejado claro y sé que no quiero nada más.
-Pero mirame, tranquila que no te voy a comer.
+No quiero mirarte.
-¿Porqué?
+Porque esos ojos me enamoraron y me engañaron tantas veces que nosé como reaccionaré al verlos ahora.
-Mírame por favor.
Daniela al levantar la vista vio a un Javier nuevo, con los ojos vidriosos, con lágrimas por la cara y con una mirada que decía no me dejes nunca a gritos. No se pudo resistir. Elebó un poco sus piernas y le besó.
+Pero quiereme más ¿Vale?
-No creo que pueda quererte más que ahora, sería otra dimensión.
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