Con esto no pretendo que cambies tu forma de pensar, pero sí un poco tu forma de mirar las cosas. No todo tiene por qué salir mal, es más puede que todo lo que ocurra sea para traer consigo algo realmente bueno. Imagina que te caes, y que al intentar levantarme aparece delante de ti una mano que te ayuda a reponerte. Y que después de ese momento desearías volver a caer para repetir. Sólo se trata de mirar la parte divertida de todo, la que pocos pueden ver. Y después reír, como si tu vida dependiera de ello.
lunes, 11 de julio de 2011
Querernos hasta ancianos.
La fauna hambrienta, el hambre tienta.
Inspírame cuando la mente esté sedienta.
Pero los días alientan, contentan al esclavo,
que no escarmienta…
…y sigue queriendo un buen bocado…
Lo que dios quiso que no lo separe el hombre.
Irresistible ¿Verdad?

Me quedaré con una frase que me dijo este apuesto caballero. Esta es:
- Sí yo realmente soy celosa, porque mira piensa si alguíen te importa te tiene que molestar que este bailando con otras chicas y eso... Ya sabes - le dije.
+Si es que Marta somos iguales, como dos almas gemelas. Tú y yo vamos a terminar mal, muy mal.
-¿Por? Si nos encanta estar juntos.
+Porque noto que vamos a terminar mal, muy mal, créeme. Nos vamos a enamorar y mucho.
Y de repente mi corazón se me encojió. Eso era lo que realmente quería. Quería enamorarme perdidamente de él. Lo único que pude hacer en ese momento fue sacarle una sonrisa, pero no una sonrisa cualquiera, era mi mejor sonrisa. Solo y exclusivamente para él.
sábado, 2 de julio de 2011
Un gran paso.

Mucho amores, lios, amigas, boracheras, discusiones... Es indescriptible, no mejor son indescriptibles.
Porque aunque me haya marchado por otro camino muy diferente al de ellos toda mi vida van a estar detrás de mí, siguiendome bien cerquita.
Y porfín me fui.
viernes, 1 de julio de 2011
21 de Marzo.
Y de repente me desperté, fue curioso. Me desperté llorando, a moco tendido, con dolor de cabeza y con el corazón encogido. No lo entendía porque era 21. Era 21 de Marzo y ese día era nuestro aniversario. Llevávamos un año ya. Se me hizo cortísimo, como un susurro del que no quería que nunca acabará. Un año lleno de amor, pasión, discusiones, regalos pero sobre todo mucha confianza y una grandísima amistad entre medio. Era un día muy esperado por ambos. Yo le había regalado ese reloj que un día cuando estábamos de escapada de fin de semana en Mallorca vió en un escaparate de una tienda vintage. Era muy caro y ninguno de los dos podíamos permitírnoslos.Pero ahorré mucho y se lo compré. No encontraba otra forma mejor de gastar ese dinero. Era para él y con eso me bastaba. Simplemente verle esa sonrisa tan preciosa que eclipsaba hasta el resplandor de las estrellas una noche de verano. Le quería, le quería más que a nada.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)