domingo, 21 de agosto de 2011

Sábado noche.

Porque hoy, con lágrimas en los ojos empiezo a escribir. Muchas personas se piensan que estas cosas que escribo son tonterías o historias inventadas y les digo que ojalá lo fueran. Porque seguro que desearía escribir esta historia sin tener ningún sentimientoo protagonistas de carne y hueso. Porque esto desgraciadamente es una historia real que me está ocurriendo y que me hace caer en lo más hondo del pozo, donde no se vé, donde más miedo tienes. 
Hoy sábado por la noche, bueno en realidad ya domingo,  día 21 de agosto, es su cumpleaños. Habíamos quedado y como idiota que se cree lo que le dicen me ilusioné. Pensaba "Algo me tiene que querer para que quiera pasar unas horitas de su cumpleaños conmigo". Podemos aprovecharlo y pasarlo en grande, podemos contarnos nuestros secretos más íntimos, como hacíamos siempre que nos veíamos, podíamos ver la lluvia caer en los parabrisas de su coche, podíamos besarnos sin parar, porque yo de él nunca me canso, podríamos reirnos hasta llorar. Pero yo lo que no me podía haber imaginado es lo que ha sucedido esta lluviosa noche de sábado. 
Yo como idiota sigo esperándole porque me digo a mí misma "Marta, tranquila que ya verás como en nada te llama y estás abrazada a él" pero no es así. No ha venido ni vendrá, no me llamará, no me querrá, no deseará malgastar unos minutos conmigo. 


Yo creo que él no se merece mis lágrimas ni nada que salga de mí, no se merece las mil llamadas, ni los regalos, ni las peticiones, presentaciones, momentos, conversaciones, secretos... Y ahora me empiezo a dar cuenta de que lo que mis amigos me decían era verdad, todo verdad, pero como en esos momentos rompían un poco mi mundo perfecto de color rosa no les hacía caso, decía "Él no es así". Son 22 años y yo 16. Para mí la edad nunca a importado, porque solo son números. Pero él me ha utilizado y luego me ha tirado como las cámaras de usar y tirar que nadie quiere.
Porque del amor al odio hay un paso y yo lo he pasado. 
Ojalá nunca hubiera aparecido en mi vida, ojalá nunca me hubiera cojido la mano, ojalá nunca le hubiera cojido las llamadas, ojalá nunca me hubiera enamorado de él. Ojalá fuera un personaje imaginario, irreal.


No hay comentarios:

Publicar un comentario