miércoles, 10 de agosto de 2011

Crawl.

Siempre que recuerdo mi niñez veo a una niña risueña, alegre, un poco gruñona pero sobretodo decidida porque al meterse algo entre ceja y ceja no paraba hasta conseguirlo. Tenía bastantes sueños y decía que no pararía hasta hacerlos realidad. No tenía miedo a nada, y era una de esas niñas que no le importaban los demás. Jugaba a recorrer caminos y a tomar decisiones, sabiendo que si se equivocaba tan sólo tendría que parar de jugar y volver a empezar. Tropezaba a menudo, era bastante patosa, pero se levantaba siempre riéndose de sí misma. También, le encantaba a jugar a ser alguien más y a probar estilos de vida diferentes. Era tan sólo una niña, lo sé, pero ahora he crecido y sé que tendré que afrontar mis miedos, a escuchar opiniones, a no rendirme fácilmente, a tomar resoluciones complicadas, a levantarme cuando caiga y a no ocultarme tras algo estúpido. 
Porque la vida, ahora, no es como un cuento de hadas. En esta vida tan desconocida para esa niña que yo era, hay demasiados problemas, aunque nos duela no está nuestro principe azul, hay personas que se marchan para no volver, te haces mayor, maduras, y aunque no queramos admitirlo nunca seremos tan felices como lo fuimos porque ahora sabemos demasiadas cosas. Cosas que por las noches no nos dejan dormir y vivir en una casa de muñecas.
Porque descubrí que el mejor remedio para ser feliz es hacer lo que quieras, cuando te apetezca y sin pensar en las consecuencias. ¿Os recuerda a algo esta forma de vida?




1 comentario:

  1. Bonito blog! te sigo :)
    si quieres pásate por el mio, historiasdeunamuggle.blogspot.com

    ResponderEliminar