lunes, 1 de agosto de 2011

Extrañas coincidencias.

Una noche cuando estaba viendo una pelicula en el sofa note algo estraño, los pelos de la nuca se me erizaron. Escuche algo en casa y estaba sola. Pasaron muchas noches más y apareció esa presencia otra vez. Llegué a la conclusión de que mi casa estaba encantada, que tenía un huésped, un fantasma. Pero este fantasma no era uno de los normales, no. Este aparecia cuando mi corazón supuestamente estaba vacío, sin nadie que ocuparlo. Pero este intruso me hizo reflexionar.
¿Había olvidado ya a Jorge? ¿Lo seguía queriendo? Durantes unos días solo pensé en él, en nuestros momentos vividos, en nuestra relación, en las cosas tan buenas que esa relación tenía, ese desastroso final por parte de ambos. Decidí enviarle un e-mail poníendo un simple "Te echo de menos". Eso de la espera fue una aútentica tortura y no me contestó. Ya loca por la incertidumbre le llamé a casa y claro que me contestó pero yo con lo vergonzosa que soy le dije de quedar con unos amigos y ir todos juntos a tomarnos una copa al bar de moda de la ciudad. Tras mucho pensar llegué a una conclusión.
Yo creo que lo que sentía no era un fantasma era algo real. ¿Amor?

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