martes, 17 de mayo de 2011

Sueños.

No hacía falta pronunciar ni una sóla palabra. No sé si fue lo que hizo, o tal vez lo que podría haber hecho. Ella siempre tuvo un sueño, nunca lo dejó escapar y ese no sería el momento. Se levanto, siempre firme, y miró a su alrededor. No había completamente nadie, sólo estaba ella en aquel lugar. La luna parecía crecer a la vez que ella daba un paso. Las estrellas brillaban intentando imitar a la vez sus ojos. En ese instante se sintió libre, cosciente de lo que hacía pero sin dase cuenta, era ella misma. Supongo que estaba recordando sus metas, su sueño, sus estudios, su mundo, su ilusión, su felicidad y por eso no se detuvo ni un instante. Siguió andando, de vez en cuando miraba hacia atrás quizá para saber lo que debaja a su paso. Tras un largo camino, llegó a la cima, a la más alta de todas donde podía observarlo todo, completamente todo. Cada persona, cada coche deslizandose por la húmeda carretera, cada mirada perdida, cada corazón roto, cada sueño fugándose por la ventana, cada casa con ese olor familiar.. y ahi estaba él. Sentado en la silla de siempre, con el teléfono en una mano y unas cartas en la otra. No sabía por qué, pero de vez en cuando miraba por la ventana intentando buscar algo. De repente sonó su movil y abrió el mensaje a la vez que le daba un vuelco al corazón, decía:
- "Hay veces que las cosas no tienen sentido y parecen que no tienen solución, pero puedo asegurar que si sigues firme, sin detenerte y sabiendo lo que haces; te sentiré cerca, tan cerca que nunca dejaré de mirar por esta ventana.."

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