domingo, 15 de julio de 2012

El cielo y el suelo.

Y con el tiempo llega la calma o también apodada melancolía. Es difícil ver que el tiempo pasa, que el verano se acaba, que las horas aquí se van esfumando y que no estas aquí, que ya no formas parte de mi vida. Vueltas y más vueltas a la cabeza... Culpas que no tienes, fallos que nunca cometiste, palabras que nunca salieron, gestos que solo se quedarán en sueños, al igual que lo nuestro.


Nos falló una cosa, el miedo. El miedo a hacernos daño, pánico a que la otra persona fuera necesaria en nuestro día a día, terror a los escalofríos y a las miradas sin sentido. Nos dio miedo empezar algo que sabíamos que más tarde sería imposible de parar. Siempre nos dijeron que las prisas no son buenas pero también nos hablaron del que no arriesga no gana. Y creo que nuestro mayor fallo fue tener miedo a la victoria.

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