Estoy apagada, y es triste que solamente sea yo misma con una persona. Mis risas son pocas y pequeñas mientras que los desagrados y malas palabras hacia mi son abundantes y maliciosas. Hubo un momento en el que siempre estuve, eran realmente mi vida, pero de repente apareció otra persona que ocupó, ocupa y ocupará mucho tiempo de ella. Y, ¿eso es razón para dejar de lado a tu amiga? o ¿No contar apenas con ella?
Puede que haga una dura crítica, pero realmente es triste, y mucho, que mis sentimientos sobresalgan en un folio en blanco, sin una persona que te de un abrazo tras escuchar lo que te lleva pasando meses; es triste ver que antes eras feliz día a día y que mis problemas se arreglaban con unas copas y risas. ¿Y ahora? Ahora soy un cadáver que pasa las semanas con rutinas que lo matan. Seguramente haya personas que puedan darse por aludidas y muchas otras no, ahí está mi reivindicación.
Cuida lo que tienes, y nunca dejes escaparlo. Una ha podido ser en su vida muy buena; pero en esta que me está tocando vivir estoy cansada de ser tonta. Y si me molestan estas cosas, es porque no soy de piedra, porque no soy autónoma, y porque estas cosas, que para unos son granitos de arena, para mí son como montañas enteras.
A mi no me engañarás nunca, y sé cuándo no eres realmente feliz. Si tú no sonríes caerá sobre tu conciencia la desaparición de otras muchas sonrisas que se alimentan a base de ellas, de tu olor a nubecitas de golosina, de tu pelo azabache acaracolado, esa mirada penetrante y la alegría y la ilusión más grandes que jamás haya visto... Eres muy grande, y por eso es por lo que te queremos.
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