viernes, 30 de diciembre de 2011

Las cosas van a ir bien.

No te puedes hacer la más mínima idea de lo que ocurre en mi mundo cuando estás cerca. Que iría a cualquier lugar del mundo recorriendo siempre el mismo camino tan sólo para encontrarme contigo. Que me comería todas las putadas que me has hecho si me dices que me quieres. Que, sería cualquier cosa por ti y no me importaría nada gritarle al mundo entero lo que siento. Y, ¿sabes que es lo que más me gusta? Que cuando estoy realmente jodida apareces con esa sonrisa.. y eso me gusta. Pero, tú quizá eso nunca lo sepas, y es una pena.

jueves, 29 de diciembre de 2011

¿Que fue antes el huevo o ella?

¿Sabéis lo que es tener a una persona siempre al lado tuyo? Yo sí. Y gracias a ello soy muy muy feliz. Es una persona especial, de esas que ya casi ni se encuentran. De esas que tienes que encerrar en un bote de conservas o en una habitación de tu casa para que nunca, nunca se vaya o se escape de entre tus brazos. 
¿Sabéis lo que es tener a alguien que nunca te deje caer? Yo sí. Esa persona que un "estoy bien" nunca sirva. Ella hace que no pueda mentir, que no pueda intentar engañarla para que no se preocupe por mis tonterías, aquella que siempre es positiva y que siempre ve el cielo de color azul.
¿Sabéis lo que es tener a una persona a la que poder contarle todo? Yo sí, pero con todo digo todo. Esa persona te comprende y te cuida. Ella tiene el increíble poder de que con su sonrisa centelleante pueda parar el grifo de las lágrimas. Tiene el poder de sacarme de casa cuando no tengas ganas ni de vivir, y con ello alegrarme la vida.
¿Sabéis lo que es tener a una persona perfecta? Yo sí. Y gracias a dios la tengo en mi vida. La ves y es impresionante. No solo hablamos de lo físico, que por cierto lo es. Tiene una cara angelical y en realidad lo es. Tiene unos ojos verdes honestos dónde los halla. Una risa preciosa, un pelo de terciopelo, un cuerpo que puede cortar el hipo a cualquiera con el que se cruce en su camino... Y por dentro, por dentro es mucho mejor aún si cabe. Esa dulzura y locura a partes iguales, esas ganas de vivir, esa alegría natural que corre por sus venas.
¿Sabéis lo que es tener a una persona que te alegre los días? Yo sí. Y menos mal que te cruzaste por mi camino porque sino no se que hubiera hecho esas tardes, noches mañanas, días, años, sin ti. No me lo puedo ni imaginar. 
La verdad es que yo no sé lo que es tener un hermano. La relación, el amor hacia ellos, la convivencia. Pero sé que esto no es una simple amistad de las que se olviden fácilmente. Lo nuestro está  en otra dimensión.

Te quiero Laura.

Gracias.


Mucha gente me pregunta si estas historias son reales, si me han ocurrido a mí. Y en vez de responderles con un sí o un no les hago otra pregunta. ¿Alguna vez te has sentido identificado con lo que escribo? Si la respuesta es afirmativa ahí tienes la solución a tu pregunta. Son cosas que pasan y a todos pueden ocurrirnos, sin excepción alguna. Pensamos que todos somos diferentes unos a los otros pero en cuanto a sentimientos, todos nos regimos por un mismo patrón. Da igual que sea el más duro de tu cuidad, que seas la chicas más romántica del mundo, que sea la típica persona que no le va las cosas serias, las que solo buscan rollos de una noche, los que juegan con los sentimientos... Todos presentamos los mismos deseos y esperanzas para un futuro ya sea cercano o muy lejano. Todos, en mi opinión, buscamos la felicidad, ya sea del modo que sea. Da igual de que modo la consigamos. No queremos sentirnos solos bajo ninguna circunstancia, alguna vez queremos tener a una persona que nos quiera y que haga las cosas más fáciles a su lado, querrás independizarte, y tener un buen trabajo, superarte y como anteriormente he dicho ser feliz y sentirte orgulloso de como eres y de lo que te has convertido.
Me marcho por las ramas, pero quería demostrar que todos somos parecidos y que buscamos cosas similares. Estas historias son reales, en el 90% de las veces. Aunque utilice otros nombres o lugares, dentro de esta, siempre hay un porqué y una verdad oculta entre tanta mentira. Se nota perfectamente cuando estoy feliz y cuando estoy llorando mientras escribo. Seré demasiado transparente, ya me lo han dicho un par de veces. Pero soy así. 
Escribo esto para la gente que diariamente lee mi blog. Porque un gracias se queda corto. Y que gracias a este cachito de página puedo desahogarme de otra forma diferente y ser mejor día a día. 
Muchas gracias y sobre todo nunca, nunca digáis lo que todo el mundo quiere escuchar :)

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Mi teléfono no suena, supongo que eres tú.

- Cállate, no quiero que saques ni una palabra más de tu boca. Es que vas a terminar convenciéndome. Yo que venía con las ideas tan claras.
+ No, no perdona. Yo hablare si quiero y creo que este es el momento adecuado para sacar toda la mierda que nuestra relación ha tenido. Porque una cosa ten clara yo con esto dentro de mí no me quedo.
- Vale, dime que querías decirme...
+ ¿Convencerte de que? ¿Tú que te crees? ¿Que te voy a poner un puñal en el cuello para que estés conmigo? Pues no. Solo te quería decir que dudo mucho, muchísimo, que encuentres a una tía como yo. No es por echarme flores pero no creo que nadie te trate, se preocupe, te llame, este dispuesta a quedar cuando tengas tiempo, te escuche, intente hallar una solución para tus problemas, más paciente, más detallista, más imbécil, y sobre todo que te adore como yo. Lo dudo mucho, pero ¿sabes una cosa? Si quieres perderme allá tú.
-Pero por favor no llores, se me cae el alma al suelo al verte así, Marta.
+ ¿Que no llore? No soy de piedra, y por lo menos así te das cuenta de que esto era verdad, mis sentimientos por ti eran sinceros y muy reales, quizás demasiado.
-Pero entiéndeme, yo lo tengo muy claro.
+Que te entienda. Por una puñetera vez entiéndeme tú a mí y mírame a la cara.
- Me tengo que ir. Solo quiero decirte, que no te sientas como la única que sentía porque estaba empezando a tener unos sentimientos fuertes por ti, cosa extraña por mi parte, ya me conoces. Y que no he conocido a una chica con la que haya tenido tanta confianza y con la que me haya abierto más. Siento mucho esto que nos ha pasado porque no te lo mereces.
+ ¿Sabes cual es la frase con la que quiero terminar yo?
- Dime.
+ Te quiero.

Él: mi inspiración.

Mira el mundo a través de tu corazón, no a través de tus ojos. Tu corazón ve las cosas más bellas de la tierra, pero tus ojos no. Los ojos sólo ven lo que quieren ver. Pero, tú no puedes engañar tu corazón. Los corazones son reales. Los corazones son honestos. Los corazones, son estúpidos.
Mi corazón te vio, incluso antes que mis ojos lo hicieran.


Como agua al chocolate.

"Entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad y lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías, y da igual cuantas veces te cambies de peinado o a cuantos gimnasios te apuntes o cuantos vasos de Chatone te tomes con las amigas porque sigues acostándote todas las noches repasando todos los detalles y preguntándote qué hiciste mal o qué pudiste malinterpretar, y como puñetas en ese breve instante pudiste pensar que eras tan feliz, a veces incluso logras convencerte de que él verá la luz y se presentará en tu puerta. Y después de todo eso, y aunque esa situación dure mucho tiempo, vas a un lugar nuevo y conoces a gente que te hace recuperar tu amor propio y vas recomponiendo tu alma pedazo a pedazo y toda esa época difusa, esos años de tu vida que has malgastado empiezan por fin a desvanecerse."


Mire hacia atrás y no estabas. ¿Cuándo te habías ido? ¿Cuándo te habías escapado de entre mis brazos? ¿Cuándo habíamos terminado con todo aquello? No lo sé, pero en cuento me quise dar cuenta te habías ido corriendo y yo, como una estúpida cría, estaba sentada en una ventana llorando y gritando tu nombre. Una situación vergonzosa losé, cosas del amor...
Esto debía de acabar y los dos lo sabíamos, pero yo en cambio me resistía a terminar con todo eso que tanto me costó conseguir. Era demasiado difícil, losé, se le podía llamar un amor imposible. Pero creo que el amor puede con todo, con lo bueno y con lo malo. Que si quieres a una persona puedes derribar un muro con una cuchara, puedes coger un autobús, presentarte en su casa y chillar que baje, puedes hacerla volar.
Aunque esto haya terminado, me resisto a pensar que nunca más te volveré a ver. Creo, confío, que el destino, amigo nuestro en muchas ocasiones, nos vuelva a juntar y que ahí nos demos cuenta de verdad que la vida es menos jodida estando juntos y que las cosas, aunque imposible a primera vista, tengan más luz y menos oscuridad. Lo único que espero es que esto no haya sido un adiós sino un hasta luego.

martes, 27 de diciembre de 2011

Tantas lágrimas como un cocodrilo.

¿Cómo no me había dado cuenta antes? ¿Estaba ciega o que? Mucha gente puede pensar que sí, pero os voy a explicar porqué lo estaba, estaba enamorada. 
Es muy gracioso como he caído de nuevo a la tierra y me he dado cuenta que tengo que ser feliz. Caí el sábado por la noche, Nochebuena. Una persona desconocida me abordó y me encantó. Hablamos mucho, y me hizo una pregunta: ¿Eres feliz? Y yo inmediatamente dije un no rotundo. ¿Pero porqué esta respuesta? Tengo todo para poder serlo, familia, amigos, salud... No, no tengo amor, pero ya vendrá. Por una vez en esta vida tengo que ser paciente y esperar, si tiene que aparecer lo hará, y seguro que lo hará.
Tengo que levantarme de la cama con una sonrisa, y aprovechar los días uno a uno. No estamos para derrocharlos. Sé que tengo 16 años, y que todavía me queda toda una vida por delante. Pero en nada tocará despedirse de toda una vida y comenzar otra. Y no quiero malgastar ni un momento llorando por tíos que no merezcan la pena, ni comiéndome la cabeza por tonterías. Solo me queda disfrutar de la compañía que me acompaña día a día y siempre sacarles una sonrisa. 
No hay que malgastar nuestras fuerzas y sentimientos por personas que no merezcan la pena. Si no han querido formar parte de tu vida ellos se lo han perdido porque han dejado de conocer a una chica maravillosa y orgullosa de ser tal y como es.

lunes, 26 de diciembre de 2011

I feel stupid.


Es cierto, sólo soy una chica corriente con un nombre corriente. No he hecho nada que merezca la pena recordar y sé que cuando me muera mi nombre quedará en el olvido. Me he comportado en varias situaciones como cualquiera con alma y corazón, y aunque eso no sea suficiente tengo mi conciencia bastante tranquila. Pero, ¿sabes una cosa? he amado a alguien con todo mi corazón y eso, para mí, siempre ha sido suficiente.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Las chicas grandes no lloran.

¿Y si me he dado cuenta de que nada de esto era tan fácil? ¿Y si quisiera volver hacia atrás? ¿Y si ahora me arrepiento de haber empezado con esta farsa? ¿Y si nunca te hubiera conocido? No sé las respuestas para que engañarme, pero puede que si conozca una solución. 
¿Que cómo hubiera sido mi vida sin conocerle? Pues creo que igual hubiera sido más sencilla, con menos problemas y con muchas menos lágrimas. Claro hablo desde la ignorancia y el enamoramiento así que tampoco me hagáis mucho caso. Me imaginaba otras cosas. Pensaba que todo nos iba a resultar más fácil. Podía ver las mil llamadas y mensajes en mi móvil y tu coche aparcado todo el día en mi casa. La imaginación de una chica de 16 años, es mágica. Hace de la nada un todo, de la mierda un panal lleno de miel, de un adiós un te quiero como a nadie, de un beso un castillo de hadas y de una relación... De una relación un pequeño paso para la humanidad pero un gran paso para una chica.


También hay que decir que sino le hubiera conocido me hubiera ahorrado muchos llantos y lloreras, eso está seguro, pero hizo que volviera en mí de nuevo la ilusión. Volvió la sonrisa tonta al escuchar su nombre, volver a hablar con una persona durante horas. Querer para el tiempo mil veces, plantearme demasiadas cosas y perder otras muchas. Volverme como una furia porque no me había llamado y a los dos segundos desenfadarme. También hizo que me alegrara algunas de las noches. Hizo que no pensara en otra cosas que no fueran sus labios. Sacar de una vez mi orgullo y no dejar que nadie me pisotee y menos tú. Ser muy pesada, y muy celosa.
Siempre me dices que empezamos de una forma muy rápida, casi sin conocernos. ¿Y tú realmente crees que si las cosas hubieran empezado más tarde hubieran cambiado? Yo creo que no, tú eres así y yo soy así, sin tiempos ni reglas.

jueves, 8 de diciembre de 2011

El Universo se vuelve tan pequeño.

-Prométemelo.
-¿El qué?
-Lo que estoy pensando.
-Sí te lo prometo... Amor. 


Some things don´t change.

"Daría cualquier cosa por volver a esos momentos, todo a cambio de un segundo juntos, porque cuando todo empieza a ir mal lo único que deseo es volver a tu lado y abrazarte fuerte...
Quiero volver a esos días donde sólo hacía falta una mirada para hacernos sonreír, donde el tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta y todo lo demás no importaba, sólo nosotros. Y quiero hacer de estos días junto a ti momentos que no pueda olvidar jamás...
Tienes esa magia en la mirada que me hace no poder mirar a nadie más, esa magia en los labios que me hace extrañarlos cuando no los puedo besar, esa magia en las manos que al recorrer mi cuerpo y me hacen volar... Y es que no hay nada más mágico que un segundo a tu lado, porque MAGIA eres tú."

Y te aferras, te agarras muy muy fuerte a tus excusas. Sabes que no tienen sentido pero te da igual. Da igual que te lleves a cientos de personas por tu lado, que las destroces y machaques, tienes que salirte con la tuya. ¿Sabes? alguien alguna vez me dijo que el que tiene el poder, las riendas de una relación es el que menos siente. El dominante ríe, está jubiloso de felicidad, nada le importa, todo le resbala, no tiene preocupaciones ni idas de cabeza solo es feliz sin importar el que tenga al lado. En otro lado se encuentra el sumiso, el pasivo, el enamorado. Este ríe, claro que lo hace, pero solo cuando está junto a él, tiene muchas preocupaciones, demasiadas. ¿Dónde estará? ¿Con quién? ¿Que estará haciendo? ¿Se acordará de mí? Preguntas retóricas, carecen de repuesta ya que no tienen. Son preocupaciones innecesarias pero imposibles de contenerlas. Te poseen y te hacen entrar en un bucle de locura. Los días sin esa persona se hacen eternos. Se puede llamar que hay un cierto acoso por parte del sumiso, le necesita, le necesita a su lado. Y este no se aferra a excusas estúpidas, no. Se aferra a momentos vividos, a noches felices, a noches de amor. Este, aunque parezca triste, solo y únicamente es realmente feliz con sus labios ocupados o con su hombro sujetando el peso de su brazo.

Te aseguro que este no será el chico de tu vida.

Un amor se olvida en dos días, un amor grande en dos semanas... Pero una amor enorme, un amor enorme te cambia la vida.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Las cosas son realmente fáciles.

Solo te pido unas cositas de nada: Hazme sentirme bien, haz que de mi boca salga una sonrisilla tonta todo el día, haz que muera por ti, haz que cada día tenga más ilusiones, más sueños. Haz que esta chispa nunca se muera, haz que nunca seamos una rutina, haz que nunca nos aburramos uno del otro. Haz que cada día quiera levantarme con el pie derecho, haz que nunca mire atrás, haz que este orgullosa de nosotros. Haz que me de igual todo, haz que no quiera ver otros labios, ojos, orejas que no sean las tuyas. Haz que las noches nunca acaben, haz que chille tu nombre a todo el mundo sin que me importe el que dirán. Hazme sentirme única y especial en todos los sentidos, hazme sentir como una niña de doce años con su primer amor. Haz que tengamos miles de primeras veces, haz que las montañas no sean tan altas y que el invierno no sea tan frío. Haz que las noches sin ti no sean tan largas. Hazme feliz y sobre todo haz que me vuelva a enamorar.
"Ese amor del que ya pocos quedan"

martes, 6 de diciembre de 2011

Este momento.




Ya son demasiadas llamadas sin respuesta, miles de mensajes poniendo un te quiero no correspondido. Millones de palabras expulsadas por la boca sin ningún sentido, sin ningún receptor. Claro que se las lleva el viento, no hay nadie que las coja y las meta en sus orejas. Ya son demasiadas esperas, muchas lágrimas sin importancia, muchos paseos solitarios en busca de su mano. Son demasiadas imaginaciones y planes y poco recuerdos. Pocas horas juntos, pocas sonrisas...
Son tantísimos planes rotos, tanto sufrimiento, tantas idas de pinza, tantos cambios de opinión, tantos autocombencimientos por mi parte.  Tantas tardes en casa esperando a que llamara a la puerta o a que sacara diez minutos para llamarme. Haberme rebajado tanto por un poco de cariño.
Son muchas promesas, muchas lunas en mis manos, mucho amor irreconocible. Muchas excusas, muchos viajes, muchas tontadas. Muchos sin sentidos. Muchos yo y pocos él.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Solé.

Salí corriendo de casa. Me puse corriendo mi gabardina, los guantes y mi enorme bufanda marrón chocolate. Salí a la calle, los coches estaban congelados y hacía tan solo tres grados. Tenía un largo viaje por delante. Me marchaba por un año a Chicago a trabajar en un periódico americano. El taxi estaba esperándome a la vuelta de la esquina. Saqué una por una las maletas, lo menos veinte. Y mientras el taxista las iba metiendo en el maletero miré atrás. Vi mi casa, mi pisito de soltera. Humilde pero muy acogedor, tenía un toque especial y único. Tenía mi aroma y mis gustos. Vi todas las veces que salí por esa puerta apolillada, la gente que entró y salió por esa misma puerta. Las alegrías y las penas que había tenido durante esos años en ese piso. Tantos, amigos, tantos chicos, tantas borracheras, tanto trabajo, tantas desilusiones...

Me disponía a salir. Estaba triste. Echaba en todo momento la vista atrás pensando que él volvería diciéndome: Carla no te vayas, te necesito aquí al lado mío. O verle con tropecientas maletas acercándose a mí. Él era la única razón por la que me había planteado dejar pasar la oportunidad de mi vida. Pero no apareció. No sería tan importante para él, como él lo fue para mí. En ese momento me dí cuenta. Todo mentiras, todo sonrisas falsas, todo ilusiones engañosas, todo estrellas fugaces. Y pensar que casi no me voy por él.

Me monté en el taxi. Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. Estos estaban hinchados. La tarde anterior fui a casa a despedirme de mi familia y no fue nada agradable la verdad. Les iba a echar muchísimo de menos. Son uno de los pilares de mi vida y ahora no iba a poder coger el coche e ir a verles, a pedirles consejos, a que me pongan su hombro cuando esté llorando.

El viaje comenzó. Pasamos por muchos lugares conocidos para mí, por ejemplo: el bar donde celebré que ya era oficialmente periodista, la discoteca donde conocí a Dani, la tienda dónde me compraba mi magdalena de arándanos y mi café con leche todas las mañanas, por el quiosco dónde compraba todas las semana mi tabaco y las revistas de moda. Pasamos por la tienda dónde me compre mis primeros Louboutin, tengo gustos caros lo sé. E irremediablemente para llegar al aeropuerto teníamos que pasar por el puente Solé. No era un puente cualquiera. Era nuestro lugar preferido en el mundo. Dónde pusimos unos quince candados. Y os preguntareis  ¿Para qué tanto candado? El ayuntamiento los arrancaba y los tiraba al río. Allí comíamos palomitas y dábamos de comer a las palomas. Allí me lo volví a encontrar después de un año sin volvernos a ver. El destino me parece que se llama. Desde allí veíamos las puestas de sol y nos adentrábamos juntos en la noche. Allí me dijo por primera vez que me quería, y que yo era especial, diferente a las demás. Allí estuvimos muchas horas, demasiadas quizás. Era nuestro puente, nuestro lugar, nuestro amor en forma física. Pero allí ya no quedaba nada de lo que antes había. Ahora estaba todo sombrío, con mucha niebla, casi no se veía. No había ni un alma cruzándolo. Yo creo que nos echaba de menos, que al igual que yo estaba triste y necesitaba su presencia.


Pero las cosas no duran para siempre, de ahí lo bonito. Yo me fui. Cogí el avión y me fui, hacia mi futuro, hacia mi Chicago. El pasado, pasado está. 

No hay que dejarse influenciar por lo que otros puedan pensar o decir de ti.


Te levantas, el resol te ha despertado. Miras por la ventana, todo está blanco. No te ha despertado el resol, no. Te ha despertado ese brillo especial que tiene la nieve recién caída en la carretera y en la copa de los árboles. Y como una niña sonríes, sacas una sonrisilla tonta. Sí sabes que tienes 16 años pero todavía te sigue haciendo ilusión ver la nieve. Llamas a tu hermano corriendo, quieres ver su cara de felicidad. Sigue nevando. Y aunque haga menos de dos grados sales al balcón, quieres que los copos te toquen y te demuestren que es verdad, que el invierno y el frío han vuelto.
Tus amigas te llaman. Habéis vuelto ha quedar como todos los años para jugar con la nieve. Suena infantil pero ¿Que importa? Me siento feliz. Que gusta ir corriendo por la nieve virgen, tirarme al suelo y empezar a hacer un ángel, tirarme bolas de nieve y hacer un muñeco también. Sí seremos ya unos pequeños adultos, pero dentro seguimos y nos aferramos a ser niños, y a no crecer. El mundo de los adultos está lleno de problemas, desde aquí bajo las cosas se ven más bonitas, más fáciles.